Limpiando y envolviendo sillas.

Buenas noches estimados lectores de where-in, hoy hablaré de un día de trabajo algo cansado, sin más que decir empecemos.

Esta mañana me despierto con la alarma sonando con una música de rock a o todo volumen (efectivo para despertar y terminar odiando la canción), a si que me levanté lo más rápido posible a pararla. Empecé como siempre la rutina de todos los días, ir al baño, cepillarme, poner a calentar las arepas, cambiarme de ropa, rellenar las arepas pa llevar y comer, ver si llevo todo, ponerme la gorra y el tapaboca, pedir la bendición a mi madre e irme a trabajar.

De camino por el estadio cerca del obelisco tuve que llenar de aire la rueda, la razón al parecer se le metió una alambre que causó que de espichara, la llene de nuevo y me fui lo más rápido que pude para llegar lo más lejos antes de que se espiche de nuevo, tuve que volverme a parar y repetir el proceso en la rueda ya en el puente de la 21 con carrera 17, una vez lleno arranque y llegué al negocio.

Al llegar tuve que esperar un rato a que llegarán los jefes pues llegaron un poco tarde al negocio.

Al rato de a ver abierto el negocio y ordenar todo me mandaron a limpiar las sillas que tenían un poco de polvo. Después de terminar con ellas me tocó otra silla con mucho pelo de gato o perro que mandaron a reparar el día de ayer, también pagaron por limpiarla a si que me puse manos a la obra.

También bajamos del auto una mesa y una gaveta (no me acuerdo si se llama a si), que acomodamos, reparamos y limpiamos.

Haciendo todo esto se hicieron pronto la 1 a si que me puse a almorzar las 3 arepas que me traje junto a un jugo que me dio la jefa.

Más tarde nos pusimos a envolver las sillas los 3 juntos para que estuvieran protegidas del polvo, envolvemos sillas, sillas de cejas y unos 3 push, todo lo hicimos con paciencia y yo mirando y aprendiendo como se hace para cuando me toque a mi hacerlo.

Como no había más nada que hacer me puse a usar el celular hasta que llegó la hora de irnos. Llene la bici y me fui rápidamente para llegar lo más lejos posible antes de que se espiche, solo tuve que pararme una vez a llenarla y llegué a casa.

Gracias por leer este corto post, espero que les haya gustado lo que aconteció en mi día, sin más que decir me despido con un abrazo sicológico hasta la próxima CHAO.

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