No quiero romper las reglas, me gusta generalmente seguirlas, pero en este oportunidad me voy a dar un permiso, y es el siguiente: en vez de contar una historia voy a contar dos… espero estén dispuestos a leerlas.

El hecho de empezar a vivir en otro país, implicó cambios sustanciales no solo en lo climático, ya que dónde vivo (Bogotá) hace mucho frío, temperatura a entre 10 y 18 grados es lo habitual, sino que además implica que hay cosas que cambian de nombre, otras tradiciones, hay procesos que son comunes para los ciudadanos que han vivido siempre aquí o que ya tienen tiempo, pero no lo eran para mí, que vengo de otro tipo de cultura, de otra realidad…

Para que se entienda mejor lo que voy a contar a continuación creo conveniente explicar el contexto en el que ocurren las historias que luego contaré, empecemos:

Lo primero a tener en consideración es que aquí a las paradas de transporte público, (paradas las llamamos en Venezuela así como en muchos otros países), pues aquí le dicen Paradero, al transporte le dicen colectivo, en Venezuela camioneta, así cambian muchas cosas. Lo otro es que en prácticamente ningún transporte público es necesario que estés diciendo en voz alta ”en la paraaadaaa” como comúnmente se hace en mi país sino más bien aquí el sistema de transporte goza de algunos botones que uno pisa cuando se acerca al paradero y el sencillamente conductor sabe que debe detenerse para uno bajarse.

Otra cosa es que también hay algunos colectivos que cumple una función específica, los llaman alimentadores, estos tienen paradas específicas y recogen a las personas en esas paradas y las llevan a un terminal, que aquí son llamados portales. En estos no es necesario tocar botones, se paran dónde deben hacerlo y ya.

Anécdota 1

Mi hermana, que es mucho menor que yo, se vino primero a vivir a Bogotá, por lo menos un año antes de que yo me viniera, cuando llegué, todo esto que previamente les he comentado ya formaba parte de su normalidad, de su cotidianidad, para mí era Nuevo, entonces ocurre que mi hermana es una bromista, y que no para de hacerlo. Cuando estábamos próximos al paradero, y que el transporte se iba a detener allí sin necesidad de pisar algún botón, sencillamente se va a parar porque le corresponde, ella me dice primero ”hermano pide la parada”, tu que hablas más duro, porque estamos llegando, y se hace a un lado y yo como no sabía cómo era el asunto pego aquel grito ”me deja en la parada por favor”, si me percato que todo el mundo se me queda viendo, pero como eso no me importa, vuelvo a decir ”en la parada por favoor..”*…

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La gente me ve como pensando ¿Qué le pasa?… el colectivo se detiene y mi hermana no aguantaba las risas y se baja, es cuando estamos abajo que me dice Como es el asunto realmente.

De verdad mi hermana se pasó, pero ya al final lo que queda es reírme.

_{Foto de la derechacaptada con mi teléfono Huawei Y5}

Anécdota 2

El otro cuento no me pasó a mí particularmente sino a mi hermano, el gordito de la foto, somos de padres distintos, por eso no nos parecemos mucho, ¿Entonces qué pasó? mi hermano se vino unos meses después de que yo me viniera, tardó tiempo y no consiguió trabajo, puesto que conseguirlo tampoco es tan fácil, resulta que dijo “bueno me voy a poner a vender café aunque sea… aquí para pedir un café a algún vendedor o en panadería dicen ””Me regala un tinto por favor, al café con leche le dicen perico, para dejar eso claro; otro asunto es que aquí cuando las personas van a pedir algo en cualquier negocio no dicen por favor me vende esto o me vende aquello, sino vecino me regala cinco mil de pan vecino me regaló un… y todos lo piden así, me regala.

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Resulta que mi hermano sale a vender su tinto y yo lo fui a acompañar, le dije ”yo te acompaño para que más o menos te ubiques en el espacio", estoy con él y se acerca una muchacha y le dice ”vecino me regaló un tinto por favor”… (no había acotado que es muy común que te digan vecino)… mi hermano me ve, también a la muchacha y le dice ”linda lo que pasa es que apenas estoy empezando y no he vendido nada no te lo puedo regalar”… (contesta la muchacha) no, pero yo se lo voy a pagar.

A mí no me quedó más nada que reírme de él, tampoco sabía. Y explicarle luego que aquí ese me regala es para comprar…

Estas son algunas historias de las que uno recuerda y se puede reír aunque al momento hubiese sido lo más vergonzoso del mundo pero reír nunca está de más.

Gracias por leerme, nos vemos pronto.

Invito a todos a a participar en el segundo concurso organizado por @topfivefamily, aquí dejo el link de referencia : Cuéntame tu anécdota? esa que aún recuerdas y te hace reír o llorar. Concurso @TopFiveFamily Extiendo esta invitación uy particularmente a @yujomar , @chaman10, @mafalda2018, @marcybetancourt... que con frecuencia participan también en las actividades del @emeseese

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