Un instante de hace 30 millones de años

George Poinar un científico de la universidad de Oregón ha descubierto en una mina de las cordilleras al norte de la república dominicana, una pieza de ámbar dentro de la cual había atrapados desde hace 30 millones de años una rara flor y una avispa.

El ámbar es una resina fosilizada procedente principalmente de árboles del tipo coníferas, la resina es muy pegajosa y puede atrapar con facilidad insectos pequeños, animales o plantas conservandolos en un estado extraordinario durante millones de años.

El investigador nombró a la nueva flor Plukenetia minima, se puede distinguir de otros miembros actuales de su familia por su pequeño tamaño, su largo tallo y una punta con 4 sépalos distintos.

En el interior de la flor se encontró una larva de mosca en desarrollo, la avispa era de la especie Hambletonia dominicana, son avispas parásitas que atacan a gran variedad de insectos.

El investigador cree que la avispa llegó a la flor con la intención de poner un huevo en la larva de la mosca para qué cuando la nueva avispa emergiera de su huevo pudiera alimentarse de la desafortunada larva de mosca, sin embargo, la resina terminó matándolos a todos y modificando los para la eternidad.

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