La cortesía se manifiesta en la forma como el hablante enaltece la imagen del otro, no obstante, también constituye un mecanismo de manipulación, puesto que, cuando un discursante es cortés con su oyente, está construyendo una imagen positiva de sí mismo. De la misma manera, a través del juego cortés los educadores tienen la facultad de favorecer constantemente la elaboración de la imagen de sus estudiantes, porque de esa manera pueden reflejar atributos positivos de sí mismos; sin embargo, cuando el educador no está interesado en favorecer su propia imagen, omite en su discurso estrategias de cortesía que favorezcan la participación de los educandos en el proceso comunicativo, y en el peor de los casos, incurre en actos de descortesía, propiciando un ambiente de hostilidad en el aula de clases.

Según Álvarez (2005), la cortesía se rige por una serie de normas que guían el comportamiento social. Se trata de un modelo de comportamiento que los hablantes conocen y que permite determinar si las formas de proceder son corteses o no. Las normas de cortesía están estrechamente asociadas con las relaciones de poder y jerarquías grupales, pues los modelos de comportamiento frecuentemente son establecidos de acuerdo a los cánones ejercidos por los hablantes de mayor influencia en las comunidades lingüísticas; en otras palabras, los hablantes valoran las normas según quienes se comporten conforme a ellas.

Estrategias de la Cortesía

Existe una gran variedad de estrategias de cortesía referidas y explicadas por Álvarez (2005), cada una de ellas contribuye a la elaboración de la imagen del enunciador y de los interlocutores, imagen que cuando se trata de cortesía suele construirse de forma positiva, pero en lo que respecta a la descortesía, pueden utilizarse para amenazar la imagen de los otros.

Estrategias de Cortesía más utilizadas por los docentes universitarios

Para conocer cómo es juego cortés en el discurso de algunos profesores universitarios, previa autorización, se grabaron 50 minutos de clases de cuatro (4) docentes de la Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado” (UCLA, Venezuela); y se clasificaron las estrategias de cortesía según la lingüista Alexandra Álvarez (2005). A continuación se describe lo evidenciado en el análisis.

Marcas de Interacción

Se utiliza cuando los hablantes se aseguran de que el proceso de comunicación se está llevando a cabo de manera efectiva; se trata de una estrategia de cortesía porque el enunciador se preocupa de que el interlocutor esté captando el mensaje y le solicita su juicio de valor acerca de lo que está afirmando. Esta es la estrategia de cortesía más utilizada por el docente universitario, porque trae consigo una intención mayormente pedagógica. La mayoría de las marcas de interacción en las grabaciones realizadas fueron emitidas de forma refleja, tales como, ¿ah?, ¿uh? Por ejemplo:

Estudiantes: Horario (varios responden simultáneamente y con tonos
 de voz más firmes que en anteriores oportunidades).  
Docente: Horario ¿eh?

Fuente

Reparación

Cuando un hablante comete el error de emitir un mensaje no cortés o recibe una expresión que amenaza su imagen, se vale de expresiones reparadoras del mensaje anterior, expresiones que pueden estar cargadas de interjecciones, risas o pausas, todo en función de la reparación. El segundo tipo de cortesía evidenciado con mayor recurrencia en las clases estudiadas fue la reparación. En la mayoría de estos casos el enunciador reparó explicaciones consideradas por él mismo inconclusas, por lo que especifica mejor los datos ofrecidos. En el siguiente ejemplo, el docente emplea una cortesía positiva puesto que repara el acto anterior justificando que lleva a cabo una redundancia, debido a la complejidad del ejercicio.

 Docente: yo sé que… es una redundancia, es mucho mayor que la masa de esta bala, pero
 (enfatizando) al contrario, la velocidad de este bloque es muy pequeña comparada con
 la velocidad de la bala…

Matizador

En el habla se utilizan términos que permiten expresar información de forma sutil para mitigar lo que se está comunicando. Un ejemplo ofrecido Álvarez (2005) es cuando una docente entrevistada afirma que sus estudiantes salían con conocimientos bastante amplios y buenos, para mitigar el mensaje de que ella les ofrece una excelente preparación. La atenuación de tal mensaje se debe a que el autoelogio no es bien visto y amenaza la imagen del enunciador.

Mitigación del poder personal

Los hablantes suelen evadir información que destaque sus méritos o autoridad, pues resulta descortés alardear de sus privilegios frente a otras personas. Por tal razón, mitigan esa clase de comentarios y con eso protegen su imagen positiva. Lo anterior se evidencia claramente en el siguiente ejemplo, donde el docente utiliza la primera persona del plural para atenuar la orden que está emitiendo.

Docente: vamos a mejorar esa traducción, porque eso así como está no transmite en
realidad lo que dice esa oración, dice cada lenguaje es suministrar.

Atenuación

Para mitigar la responsabilidad en lo que se está diciendo, las personas se buscan proformas impersonales que no ameriten las conjugaciones en primera persona, y de esa manera se desvía la atención centrada en el sujeto de las acciones que son referidas. La siguiente atenuación evidencia la intención del enunciador de expresar con gran sutileza, que algunas participaciones de sus interlocutores están erradas.

Estudiante: Es que como los carros cambian modelo, cambian cada vez…
Docente: Pero cada modelo se fabrica en un lugar distinto, por eso es que ustedes que…

En el ejemplo anterior se observa que el docente da a entender con mucha sutileza que la afirmación del estudiante es incorrecta.

No descortesía

Es un comportamiento calificado como tosco o torpe según Álvarez (2005). Ella considera que se trata de una expresión manifestada de forma espontánea e inconsciente, en la que no se enaltece ni se daña la imagen del interlocutor, pero implica una ruptura en la comunicación porque ocurre en los turnos cuando es pertinente un acto de cortesía que el hablante no manifiesta por desconocimiento de las normas de cortesía. En las clases grabadas, hubo una alta recurrencia de actos de no descortesía, como la que se presenta en el siguiente ejemplo:

Docente: un viaje de locuras…

A pesar del insulto verbal dirigido por el enunciador hacia las producciones escritas de los discentes (las respuestas en los exámenes calificadas como un viaje de locuras), se clasificó como no descortesía debido al contexto situacional que lo caracterizó, específicamente el tono chistoso empleado y la forma como recibieron la información los interlocutores, quienes igualmente disfrutaron la broma. En otras palabras, la descortesía no fue marcada, porque no tuvo la intención de dañar la imagen de los receptores.

Descortesía

Ejemplo de Descortesía:

Docente: pero de que es el once, es el once, de eso no tengan discusión ni duda de
 nada de eso no tengan discusión ni duda de nada. Olvídese, este es una carrera de
 ingeniería, y aquí hay que saber organizar el tiempo ¿estamos?

El educador impone su decisión sin importarle la opinión de sus interlocutores y cierra tajantemente el tema, dejando claro que no hablaría más del asunto y que no cambiaría de opinión. En otras palabras, no hay lugar a la conciliación, por lo que corta la comunicación en cuanto a ese aspecto. La descortesía manifiesta una intencionalidad con respecto a la imagen del otro, pero esta intencionalidad es amenazadora, ya que el interés consiste en dañarla. En palabras de Álvarez (ob. cit.):

… hay agresión consciente… (p. 57)