Puede suceder que en un momento de la vida en que uno se siente derribado, tener la idea y el sentimiento de que no se podrá salir adelante. Son esos momentos de oscuridad y de vacío en los que no se encuentra un consuelo, una respuesta que llene el hueco que ha quedado dentro. Esto sucede cuando recibimos un gran golpe y queda la sensación de haberse quedado tirado en el piso, literalmente, y no tener las fuerzas para levantarse de allí.

Entonces se pasa un tiempo allí tumbado, tratando de encontrar las fuerzas necesarias para levantarse, fuerzas que pueden ser una razón, llamada muchas veces: motivación. Entonces tratamos de buscar aliento porque sabemos que no podemos quedarnos allí demasiado tiempo.

Es necesario en algún momento levantarse del lugar donde nos quedamos derribados. Cuando esto me ha sucedido, cuando busco aliento y no lo encuentro en ninguna parte, algo que me ayuda es tratar de recordar todas las veces que me sucedió algo parecido en el pasado y pude levantarme y continuar.

Es como una esperanza una luz que me muestra que sí, que eventualmente me podré levantar y volver a andar… tal vez no como antes, sino con las huellas que dejo la caída, con eso que tuve que aprender y transformar dentro de mí en algo que me sirviera, algo que, en lugar de destruir, construyera algo nuevo en mí. Porque la caída a veces te rompe, pero cuando sanas, ya sabes cuan frágil eres, y cuan fuerte, y sabes que todo estará bien.

A veces cuando uno se encuentra sumergido en un problema tiende a olvidar todas las veces anteriores en las que logro superar la adversidad, problemas que cuando estaban ocurriendo se veían inmensos, oscuros, insuperables, pero que ahora al pasar el tiempo, puedes verlos de manera distinta porque quedaron muy atrás, e incluso se olvidaron.

Quizá, el único momento en que es importante recordar lo que se pudo superar, es ese momento en el que parece que no hay soluciones o no se pueden encontrar. Recordar que otras veces se han podido hallar respuestas puede ser de mucha ayuda y aliento. Puede brindar la motivación necesaria para no decaer, para no perder la esperanza de que mañana saldrá el sol.

Recordar las veces que se pudo salir adelante y pensar “Esto también pasará”. Porque todo pasa, aunque en el momento no podamos verlo.

Muchas gracias por leer y comentar.

Las fotos son de mi autoría la tome con un teléfono Samsung SM-A105M.

@inspiracion