Relato: Después del café (Erotismo)
Origen: Cafeyvr
Como cualquier día de trabajo, luego de salir de la compañía llegué al café White Cup, donde siempre ordenaba un café expreso y una quesadilla, que disfrutaba mientras revisaba las noticias en mi celular. José siempre me atendía muy bien, era un barista muy experimentado y ya conocía de memoria el toque exacto de azúcar que debía tener mi café. Me senté en una mesa mientras José, quien ya se había percatado de mi llegada, servía mi café, y entonces inicié mi habitual revisión del acontecer del día y en ese momento un toque suave en mi hombro me hizo girar para ver con sorpresa, que quien quien se acercaba a mi era Valentina, mi ex novia del bachillerato.
─¡Hola Andrés! ─me dijo.
─¡Vale, pero que sorpresa! ─dije emocionado─ cuanto tiempo ha pasado...
─Creo que bastante, demasiado tiempo ─respondió
─Por favor, siéntate, ¿tienes tiempo para hablar? ─le pregunté.
─¡Claro que si! me encantaría ─respondió.
─Te ves muy bien ─le dije─, has cambiando muy poco.
─ Y tú luces como un hombre ahora, quien lo hubiese imaginado ─respondió con ironía.
─Sí, a veces siento que finjo ser adulto ─respondí.
Ella llevaba un vestido blanco, llevaba suelto su cabello castaño y ondulado, que resaltaba su piel morena, y sus ojos tan negros como el café que el mesero me servía.
─Disculpa ¿se te ofrece algo? ─pregunté a Valentina.
─Pues, iba a ordenar un capuchino ─respondió.
─Excelente. Pablo, traele un capuchino a la dama, ¿se te ofrece algo para comer? ─pregunté a Valentina.
─Un croissant estaría bien ─respondió.
─De acuerdo. Ve, dile a José que ese capuchino es especial ─le dije al mesero, Pablo.
─Veo que conoces a quienes trabajan acá, ¿vienes frecuentemente? ─preguntó valentina.
─De hecho vengo todos los días ─respondí.
─Supongo que eso habla muy bien del lugar ─respondió.
─Pues no lo sé, realmente sirven buen café, y me queda cerca del trabajo ─dije, y tomé un sorbo de café .
─¿Donde trabajas? ─preguntó.
─Actualmente soy programador y articulista en la revista Tecnofilos, llevo casi dos años en el lugar ─le dije.
─Vaya, que éxito, yo nunca he leído esa revista, ¿está en linea? ─preguntó.
─Sí, de hecho es una revista totalmente digital, ─le dije─ yo soy casi fundador de la compañía, entré al proyecto cuan apenas lanzaba el sitio web y actualmente superamos el millón de visitas diarias.
─Que bien, supongo que es un buen trabajo ─dijo, mientras llegaba el mesero con el capuchino y el croissant para Valentina y ella agradecía el servicio.
─Pues no me quejo, hago lo que me gusta ─respondí─, ahora dime tú ¿que haces actualmente?.
─Bueno, trabajaba en la administración de la tienda Nubes, pero renuncié hace una semana ─dijo ella. Tomó un sorbo de su café.
─¿Porqué lo dejaste? ─le pregunté.
─No me satisfacía el ambiente laboral ─dijo─ además de que quien era mi novio, el gerente, es un completo imbécil.
─¡que sucedió? ─pregunté curioso.
─Nada que valga la pena mencionar ─dijo ella.
─Entiendo, está bien. ¿Que te trajo a este sitio? ─pregunté.
─Estaba cerca y me atrajo el olor café ─dijo, luego tomó otro sorbo.
─Que bien, supongo que conocí el lugar por la misma razón. ¿Como está tu capuchino? ─pregunté y tomé un sorbo del mio.
─Está deliciosos, creo que volveré seguido ─respondió.
─Llevo seis meses viniendo, y cada vez lo disfruto más ─respondí.
─Es un lugar muy lindo ─dijo ella.
Origen: rangcaphe
Hablamos durante casi dos horas, fue necesario pedir café de nuevo tres veces, yo estaba muy gustoso de encontrarme con ella, notaba que ambos habíamos cambiado mucho nuestra la forma de pensar, pero a su vez la química entre nosotros estaba intacta.
─¿Recuerdas porqué terminamos? ─le pregunté a Valentina.
─¡Porqué recordar eso? ─preguntó ella.
─No lo se, es que ciertamente no recuerdo bien, solo terminamos un día sin mayor explicación ─respondí.
─Pues sí, así fue, yo terminé contigo ─dijo ella.
─¿Porqué? no recuerdo una buena razón ─dije.
─¡Que pena! ─dijo ella─ Es que realmente no hubo una buena razón, simplemente eramos adolescentes, cada uno iría a una universidad diferente y pensé que todo iba a terminar de todas maneras.
─¿Fue un poco radical no crees? ─señalé.
─Lo se, siento si fue algo muy inmaduro ─ dijo ella.
─Acabas de decirlo, eramos adolescentes... ─respondí.
─Claro, pero tal vez te afectó ─dijo.
─Si me molestara por cosas que ocurrieron hace más de 7 años mi vida sería un caos ─le dije─, hay que mirar al futuro.
─Supongo que es así, lo triste de todo es que creo que has sido el mejor novio que he tenido ─señaló ella.
─¿de verdad crees eso? ─pregunté con asombro.
─No lo se. Dicen que el primer amor nunca se olvida, fue bueno que tú fueras esa persona para mi ─dijo ella.
─De verdad te agradezco, pero seguramente lograrás tener algo mejor ─dije.
─Pues eso espero, realmente el amor ha sido un gran problema para mi, siempre termina mal ─dijo.
─El amor es complicado, es una emoción que ciega, y si es intenso es comparable a la locura ─dije.
─Así es, el amor es una locura, es como un mal bromistas ─dijo ella─ pero siempre caemos en su trampa, y acaba riéndose de nosotros.
─Supongo que aún te duele lo de tu ex ─señalé.
─Si, es que ese imbécil quería controlarme. llegó a decirme que no me comportaba como una dama frente a su madre ─dijo ella, con expresión de enojo─, como si fuera poco justo hace unos días me enteré que tenía fotos en su teléfono de una de las cajeras de la tienda.
─¡Como acabaste en una relación con ese cerdo? ─pregunté sorprendido.
─No lo se, me deslumbré, me dejé guiar por palabras bonitas y ahora me arrepiento por ser tan tonta ─dijo ella.
─No debes sentirte culpable, él es el irresponsable, simplemente no merecía que estuviese a su lado ─le dije.
─Claro, pero es frustrate, siempre termino con hombres inmaduros, o me enamoro de hombres que no me corresponden ─respondió.
─El amor se parece al cigarrillo, da gusto, produce adicción y es altamente dañino ─señalé.
─Es una buena analogía... hablando de cigarrillos, vamos a donde pueda encendre uno ─dijo.
─Está bien, vamos ─respondí.
Nos levantamos de la mesa y caminamos hacia la salida, hice un gesto para despedirme de José y Pablo, quienes no ocultaron su percepción picara del momento. Salimos por la puerta y ella abrió su bolso para buscar una cajetilla, yo guardaba la mía en el bolillo de mi saco junto con el encendedor.
─¡Coño, dejé mi encendedor! ─dijo ella.
─Ten ─dije acercando la llama hacia ella, entonces puso un cigarrillo sobre sus labios y lo encendió.
─Tal parece que va a llover ─señaló ella mirando al cielo, que se tornaba gris, antes de exhalar el humo.
─Así es, no se si quieres ir a otro lugar ¿te parece? ─pregunté.
─Pues me acabo de mudar a unas dos cuadras de aquí, ¿quisieras conocer mi departamento? ─preguntó ella.
─Claro, será un gusto ─respondí.
Ambos íbamos a pie, así que caminamos unas calles hablando de como probamos nuestro primer cigarrillo, ella me contó que lo hacía por un ex novio, que tenía la costumbre de fumar después del sexo, mientras yo inicié en la universidad, cuando salia de clases de programación siempre era mi botón de reinicio.
Llegamos a un edificio común, tenía unos doce pisos de altura. Ella me guió todo el camino hasta el elevador y marcó el quinto piso, donde me llevó hasta la puerta de su residencia en el apartamento 5B.
─Disculpa si hay algo de desorden, estoy todavía en la mudanza ─dijo ella.
─Tranquila, en mi casa aún hay mucho desorden por la mudanza, claro, yo me mudé hace 3 años, pero ese es otro tema ─dije con ironía.
─No dejas de hacerme reír, descarado ─dijo ella riendo.
─Eso es lo que te gustó de mi inicialmente ─respondí.
─Creo que todavía me gusta ─dijo ella empujando la puerta.
─¡Ah sí? ─pregunté, mirándola a los ojos.
─Sí, creo que nunca dejaste de gustarme ─dijo ella.
Yo no pude evitar responder con un beso, un beso que me trajo nostalgia y satisfacción, mientras ella me halaba el cabello y yo tomaba su rostro, entonces bajé mis manos hacia su cintura y la tomé empujándola poco a poco dentro del apartamento, ella frotaba mi barba saboreando mis labios con deseo, yo me quite el saco, lo lancé y acto siguiente ella se subió sobre mi, entonces la agarré desde sus glúteos, carnosos y redondos. Logré encontrar el sillón, y la bajé hacia este dejándola acostada, ella me abrió la camisa poco a poco mientras me miraba mordiendo su labio, yo me acerqué a su boca y me recosté sobre ella, sintiendo todo su cuerpo.
Origen: Giphy
Estaba realmente excitado, aunque incrédulo al notar que luego de tanto tiempo aún existía un deseo tan notable entre ambos, eso pensaba mientras levantaba su vestido y sentía sus senos tan firmes con mis dedos. Yo respiraba acelerado, y gruñía sobre ella mientras mis manos recorrían su piel y ella retiraba su vestido por sobre su cabeza. Yo quería verla, era muy hermosa, me alejé un poco y la tomé de la espalda para abrir su brassier, al lograr hacerlo ella lo retiró para dejarme apreciar sus senos, que ataqué cono un perro hambriento a su comida y saboreé como si fuesen un majar divino. Ella me halaba el cabello, rascaba mi cabeza mientras llevaba mi boca por todo su pecho y descendía poco a poco hacia sus piernas, que acariciaba suavemente con mis dedos, besé sus muslos poco a poco, usando un poco mi lengua, luego tomé sus pantis y las bajé poco a poco para revelar su vulva, luego subí hacia su rostro y la besé de nuevo, acariciando sus muslos poco a poco, bajé de nuevo besando suavemente su cuello, descendiendo hasta sus senos, lamí su piel, bajando por su abdomen y acercándome a sus caderas, la tomé y la subí un poco para acercarme a su clítoris y lamerlo, lo que la hizo gemir de inmediato y agarrar mi cabello con mayor intensidad.
Podía percibirla húmeda, gimiendo con fuerza casi al punto de gritar, pidiéndome mayor intensidad mientras mi lengua la llenaba de placer. Ella quiso ser agradecida, tomó mi cabeza y la alzó para hacerme mirarla.
─Me toca a mi ─dijo ella.
Acto siguiente ella me hizo levantar del sofá, me puse de pie frente a ella entonces se acercó a mi tomando mi cinturón con sus manos, soltándolo y abriendo mi pantalón para sacar mi pene, que llevó a su boca en cuanto pudo dándome un placer inmenso. Ella lamia y succionaba mi pene, yo estaba maravillado por su habilidad, gruñendo y gimiendo mientras observaba su forma de meterlo en su boca, era muy fluida, y llegaba a llevarlo hasta su garganta por completo. Mis piernas temblaban un poco y por cada lamida sentía mayor la necesidad de penetrarla.
─Quiero ver que más sabes ─le dije.
─¿Que quieres ver ahora? ─preguntó pícaramente.
─Quiero verte penetrada ─respondí.
Ella se giró y se acomodó en el sofá, pegando so pecho al espaldar y dejándome ver su vagina desde atrás. La tomé por la cintura y lamí su vulva, ya estaba bastante húmeda, entonces me acerqué un paso y la penetré suavemente mientras ella soltaba un suspiro.
─Dame con fuerza ─dijo.
─Ya vas a ver ─respondí.
La penetré subiendo la intensidad de a poco, escuchándola gemir y pedirme por más. Empecé a embestirla con más fuerza y el choque de mis piernas contra sus glúteos producía percusiones que cada vez se tornaban más frecuentes, ella llegaba al punto de gritar mientras yo respiraba gruñendo. Bajé la intensidad y la penetré suavemente, ella sacó mi pene y se subió sobre mi, entonces la penetré de píe mientras nos besábamos, sentía todo su cuerpo pegado al mio, entonces ella susurró a mi oído:
─Vamos a mi habitación ─dijo.
La sostuve tal y como la tenía y la cargué hasta su habitación, allí la lancé sobre su cama y me puse sobre ella, para penetrarla intensamente mientras intercambiábamos besos y caricias, bajé la intensidad y ella abrió un poco más las piernas. Yo la penetraba suavemente y la miraba a los ojos, ella mordía sus labios, me incitaba con la mirada, la besé de nuevo y ella interrumpió para pedirme que la dejara ir arriba, yo me levanté de encima de ella y mi acosté a su lado, ella se subió sobre mi y empezó sentarse poco a poco, frotándose sobre mí y mostrando su senos a mi vista, que se veía perfectos rebotando a su ritmo. Algo más adelante decidí darle de nuevo la vuelta y levantar sus piernas, poniéndolas en mis hombros, mientras la penetraba con fuerza para concluir el acto. Acabé en el preservativo mientra respiraba sobre su rostro gimiendo hacia ella, y ella me besó con gran fuerza, como si me hubiese extrañado, como si realmente hubiese necesitado eso, ella fue mi primera vez,y yo fui la suya, en ese momento nos dimos cuenta que realmente fue una buena decisión.
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Me acosté a su lado y la abracé, ella se puso sobre mi mientras yo la acariciaba. Besé su frente mientras ella acoplaba su cabeza a mi hombro.
─Realmente te extrañaba ─dijo ella.
─Yo también te extrañé ─respondí.
─Esa gaveta debe tener cigarrillos y mi encendedor ─dijo ella señalando la mesa de noche a mi lado.
Yo abrí la gaveta y en efecto encontré una cajetilla con 3 cigarrillos y un encendedor. Encendí su cigarrillo y luego encendí el mio. Esa noche hablamos durante un largo rato y mientras la lluvia en el exterior hacia que el agua corriera en la ventana, yo sentía una gran satisfacción, pues había recuperado al amor de mi vida.
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excelente post amigo
mira papa: Te va a caer el SEBIN si sigues dejando el mismo comentario en todos lados. Ponte serio.
Muy bueno. Al final se reencontro con el amor de su vida
epa vale...por eso digo siempre Dios bendiga el café jaja ;) excelente
exelente post siempre el cafe jeje saludos.
Que bueno, @huesos, como dicen por ahí, lo que es del cura va para la iglesia jajajaja, después de tanto tiempo y sin esperarlo surge ese gran reencuentro, que sin duda fue inolvidable, jajaja.
Saludos y éxitos!!!