Santo Tomás
En otras ocasiones he hablado sobre la provincia de Buenos Aires y su característica principal de ser una llanura de tierras fértiles y gran cantidad de humedad, de allí su apodo de “pampa húmeda” como se denomina a toda esta vasta región más algunos sectores de otras provincias como ser el Sur de Santa Fe, el Sur de Córdoba y el Norte de La Pampa.
Vista desde el aire, toda esta gran región está tapizada de lagunas que asemejan grandes manchones en la tierra. La gran mayoría de esas lagunas están dentro de campos privados y es imposible acceder a menos que sus dueños permitan el paso.
Colorido ejemplar de odonato posado sobre un junco
Santo Tomás es una de las cientos de lagunas de la provincia y se puede acceder desde rutas nacionales primero y caminos vecinales después, no tiene infraestructura ni servicios para los pescadores, es decir que aquel que va tiene que llevar absolutamente todo lo que necesite para pasar el día: comida, bebida, elementos de pesca.
Algunos años atrás estaba de moda, se había corrido la voz que tenía una buena población de las combativas tarariras y hacia allí enfilamos junto a un par de amigos.
Típica vista de una laguna bonaerense - agua clara encerrada entre los juncos
Como muchas otras su paisaje es relajante y bonito, mucha vegetación ribereña principalmente sauces y álamos entre los árboles y el mimbre como arbusto; también dentro del agua hay abundante vegetación, donde predomina la colonización del junco acompañado de la totora y la redondilla otras planta acuáticas muy comunes en estos lugares;
El junco es el escondite ideal para la tararira, un pez cazador por excelencia pero no muy buen nadador por lo que prefiere el escondite y surgir de repente entre los peces forrajeros que son su alimento preferido.
Tararira capturada con una mosca que simula una rana - estaba debajo de las plantas de redondilla - nótese el cable de acero
Sus afilados dientes son peligrosos para nuestros dedos y además requieren que utilicemos un alambre de acero en el extremo donde se ata la mosca elegida y con ello se evita que corte la línea cosa que haría aun ante el nylon más grueso.
La vegetación también atrae gran cantidad de insectos y estos a las aves, todo un ecosistema que permite observar la naturaleza y disfrutar de ella.
Momento posterior a que una tararira me hiciera un corte el dedo pulgar
La pesca no fue muy buena, solo algunas pocas tarariras, una de las cuales me dejó una marca sobre mi dedo pulgar derecho que aún conservo, como dije hay que tener cuidado con sus dientes afilados como hojas de afeitar.
Espero disfruten de las fotografías y del entorno.
Las fotografías son de mi propiedad.
Héctor Gugliermo