La sala de espera

in #entropia5 years ago

Esperar por la atención del odontólogo es una de las peores experiencias que recuerdo. De solo tocar el número de su oficina en el portero eléctrico de la entrada en el edificio donde atiende ya es una tortura mental y la misma no para hasta que vuelvo a salir a la calle, a la libertad, aunque la misma sea momentánea.


saladeespera.jpg

Desde pequeño, al menos desde el tiempo que recuerdo de mi infancia he sufrido con la dentadura y también con las visitas al dentista, todo comenzó cuando a los dos años (esa parte no la recuerdo pero mis padres me la contaron varias veces) tuve un accidente cuando mi progenitor me llevaba en una silla adaptada al caño principal de su bicicleta, por alguna razón que estimo fue la de no ajustar correctamente los tornillos, el pequeño asiento se dio vuelta y fui a dar con el mentón contra el cordón de la vereda.

Solo perdí un par de piezas que además eran dientes de leche pero nadie vio que se me había roto un cartílago que sostiene la mandíbula inferior, como no me trajo consecuencias inmediatas el médico que me revisó no lo notó, hasta que fue demasiado tarde. No solo tuve un desvío en el maxilar sino también en la dentadura y desde ese entonces muerdo al revés de la mayoría de los humanos, es decir los dientes superiores no cubren a los inferiores sino todo lo contrario.

De todas maneras eso no es tan importante y sé que algunas personas tienen ese pequeño trastorno y sin haber recibido semejante golpe como el que yo tuve, nacieron así. El problema estuvo en que los dientes siempre quedaron sensibles y un poco torcidos. Desde entonces he visitado cuanto odontólogo mi madre encontró en la cartilla médica de la obra social.

Caries, torno, amalgama, tratamiento de conducto, extracciones, implantes, prótesis. Todo el bagaje de eventos, características y herramientas las he probado y pasado. Cuando escucho el torno mientras estoy en la sala de espera mis manos comienzan a transpirar y no puedo evitarlo, tengo que hacer uso de toda mi fuerza de voluntad para no salir corriendo y no volver nunca más.

Pese a que no supero totalmente el trauma continúo yendo al especialista, insisto con la práctica de visitas regulares para prevenir inconvenientes mayores pero mis dientes y muelas se niegan a comportarse como es debido, el martes pasado amanecí con un tremendo dolor y la cara inflamada estilo monstruo del averno. Salí corriendo para mi odontólogo de confianza; si, finalmente conseguí alguien en quien confiar, no demasiado no exageremos pero al menos lo aprecio por el don de gente y el trato que tiene conmigo y con toda mi familia, porque todos acudimos a su consultorio, no es que nos haga precio de familia, como dije antes es muy querido y su fama llegó a nosotros.

No hubo nada que hacer y la muela infectada tenía una caries en la raíz y eso provocó la infección, no quedó otra solución posible más que la extracción, cosa que hizo inmediatamente.

Hoy, varios días después, otra vez en la sala de espera, solo para control. Adentro de la sala de torturas suena el torno por un largo rato y mis manos han comenzado a transpirar nuevamente, mi fuerza de voluntad está siendo puesta a prueba nuevamente.

separador6.png

La fotografía es de mi propiedad.
Héctor Gugliermo

@hosgug

Sort:  

Be encouraged, at least you have magazines to entertain you while you wait your turn.

Uf, tremendo todo lo que contas. Pasé por conductos, por infinidad de odontologos también, te recomiendo seguir buscando hasta encontrar con gente idónea, más allá de la obra social.

Uno no le da bola hasta que te pasa algo relacionado con la boca, traumaticas y dolorosas experiencias. Peor aún cuando fueron resultado del azar, como puede ser tu caso. En el mio, quedé traumado una vez después de un conducto, recién ahora logré superar el trauma a los odontologos, después de buscar y buscar hasta encontrar a los mejores que se preocupan por el bienestar general de uno.

Coin Marketplace

STEEM 0.20
TRX 0.13
JST 0.030
BTC 64741.88
ETH 3457.21
USDT 1.00
SBD 2.55