La revolución eléctrica

Desde hace algunos pocos años las automotrices se han volcado con gran dedicación a la investigación y desarrollo de vehículos impulsados por motores eléctricos. Aunque lo parezca no es novedad ya que este tipo de motores han impulsado vehículos prácticamente desde la invención del automóvil.

El año pasado en mi visita al salón internacional del Automóvil que se desarrolla en nuestro país pude observar un vehículo francés de nombre Krieger que se importó en el año 1898 y en la Argentina aún quedan 3 de estas extraordinarias máquinas siendo el único país en el mundo que las posee.

Como se desprende de esto, los motores eléctricos impulsan vehículos desde hace muchos años, solo que por intereses económicos y políticos fueron relegados o abandonados todos los proyectos relacionados con esa tecnología, hoy en día esa coyuntura ha cambiado y por eso comienzan a aparecer; argumentos tales como menor polución por la no combustión de gases provenientes de combustibles fósiles, menor ruido ambiental y otras justificaciones son lindas y venden pero lo cierto es que el negocio está cambiando y por eso ahora conviene darle impulso a esta tecnología.

La fórmula E es un claro exponente de los grandes avances de la tecnología y aunque aún resta mucho para reemplazar a los motores tradicionales a explosión se va por buen camino y de manera veloz.

Las baterías son el talón de Aquiles de la revolución eléctrica en los vehículos autopropulsados, hace poco leí que una excelente forma de invertir parte de nuestros ahorros excedentes sería comprando acciones de compañías dedicadas al desarrollo de baterías y acumuladores, todavía no se ha encontrado la forma ideal de miniaturizar, maximizar la duración, minimizar la degradación en las recargas y lograr recargas rápidas, pero la empresa que logre éxito con la solución a estas premisas básicas tendrá un gran impulso y será uno de los unicornios del futuro.

Ya existen en el mercado automotriz varios vehículos que funcionan de manera híbrida, es decir tienen motores a explosión y también eléctricos, lo que posibilita una mayor autonomía combinada. Adicionalmente ya existen vehículos con funcionamiento eléctrico exclusivamente y aunque el problema no está resuelto se han logrado avances importantes y ya se habla de vehículos con más de 300 kilómetros de autonomía.

Krieger - automóvil eléctrico de fabricación francesa del año 1898 - tenía dos motores eléctricos, uno en cada rueda delantera

Otro problema a solucionar es la recarga, pese a que se ha logrado bajar significativamente los tiempos aún es demasiado largo como para darle una dinámica atrayente a la espera, ya existen algunos métodos alternativos como por ejemplo estaciones robotizadas donde el vehículo es ingresado a una dársena donde se lo levanta, se extrae la batería agotada y se reemplaza por otra totalmente recargada, toda esta tarea no lleva más que unos pocos minutos, un tiempo parecido al de rellenar el tanque de combustible en una estación de servicios tradicional.

La revolución eléctrica está en marcha, quizás se hayan perdido años que jamás se recuperarán pero ahora sí parece que vamos camino a reemplazar definitivamente el combustible fósil aunque no sé si esta será la mejor manera, todavía nadie dijo que haremos con las baterías agotadas.

Si desean leer más sobre el automovil eléctrico francés Krieger pueden hacer clic Aquí

Las fotografías son de mi propiedad
Héctor Gugliermo

@hosgug