La laguna de los patos

in #entropia5 years ago


los-patos1.jpg

Fuente

Luis había desaparecido y eso tenía desconcertados a todos los que lo conocían en el pueblo, esa persona tan amable, tan servicial y correcta no podía haberse ido sin más, sin mediar palabras, sin despedirse de sus amigos y conocidos. Hubiera sido mejor su supuesta descortesía a la triste realidad de lo que realmente ocurrió. El hecho, totalmente trágico del crimen de Luis nunca se hubiera descubierto a no ser por los patos.

Como en muchos pueblos del interior de la provincia de Buenos Aires, existe una laguna cercana. Por algo a toda esa gran planicie se la conoce como “pampa húmeda” y es realmente así, una llanura plana y muy húmeda, plagada de lagunas y esteros. Todo aquel que ha volado sobre este territorio le sorprende ver tanta cantidad de espejos de agua desparramados por cientos de kilómetros a la redonda, es como un gran colador lleno de agujeros irregulares pero desbordantes de agua. Es una tierra fértil como pocas pero no fácil de labrar ni de cosechar.

El pueblo donde vivía Luis no escapaba a esta generalidad y tenía no una sino tres lagunas cercanas, aunque solo una de ellas era reconocida como propiedad de todos, las otras dos mucho más modestas en sus dimensiones estaban casi en su totalidad dentro de campos privados que normalmente y por respeto nadie quería visitar sin ser invitados.

Pero la “laguna grande” como la llamaban todos era punto de reunión, de esparcimiento y de diversión para los habitantes del pueblo y Luis la visitaba con mucha frecuencia, le gustaba pescar y nadar pero fundamentalmente era amigo de las aves, tenía esa facilidad para rodearse de patos, gallaretas, biguás y perdices. Hecho sorprendente ya que para todo el mundo es conocido que esos animales desconfían de la gente y no se acercan, por el contrario se esconden o huyen cuando una persona se les arrima. Pero con Luis no funcionaba de esa manera, poseía algo así como un don especial y las aves no le tenían miedo, se acercaban y el las alimentaba y les hablaba, en algunos casos hasta parecía que entendían lo que él les decía. Era una de sus características distintivas, de esas que lo marcaban como la excelente persona que era.

Pero un día cualquiera nuestro amigo desapareció sin dejar rastros y todos en el pueblo se preguntaban que le había pasado, los habitantes se interrogaban entre ellos para determinar si alguno tenía idea de que pudo haberle ocurrido, si alguien había percibido alguna señal de preocupación, de tristeza o de desconcierto pero nadie parecía tener alguna pista que ayudara a develar el misterio. Así fueron pasando los días y los meses, el ritmo del pueblo volvió a la normalidad y poco a poco la memoria colectiva fue dejando paso a la resignación primero y al olvido después.

Lo único que mantenía cierto aire misterioso y extrañeza era el comportamiento de los patos en la laguna, todas las tardes cuando el sol comenzaba a ocultarse detrás de los altos álamos los patos se reunían siempre en el mismo lugar y comenzaban a agitar sus alas y a emitir sonidos penetrantes , "lastimeros" dijo Zoilo, un viejo gaucho de la zona y todos los habitantes del pueblo parecieron concordar con esa definición, eran sonidos como de pena, de profunda tristeza. Tan rápido como comenzaba, el extraño ritual desaparecía, duraba solo unos minutos pero todo aquel que lo presenciaba se estremecía, una fría sensación de espanto recorría su espalda y todos aquellos que eran testigos coincidían en que era algo muy raro, casi tétrico, espectral. Nunca nadie, ni siquiera los viejos habitantes de la zona habían visto algo así.

Un día tres jóvenes que se ganaban la vida pescando en la laguna y vendiendo su cosecha en el mercado estaban en inmediaciones del sector donde se juntaban los patos, cuando vieron el extraño comportamiento de las aves tomaron coraje y se acercaron al lugar para observar de cerca y tratar de encontrar algún porqué a ese comportamiento.

Cuando el bote llegó al lugar los patos se abrieron dejándolos pasar y luego rodearon la embarcación que quedó dentro de un círculo casi perfecto, los tres amigos estaban asustados, paralizados aunque los patos no hacían nada, solo los mantenían en el lugar, uno de los muchachos, Juan, miró hacia abajo y lanzó un grito, bajo el agua transparente a unos tres metros de profundidad enredado entre la vegetación subacuática veía claramente un esqueleto humano con una gruesa cadena rodeando su cuello.


separador1.gif

Héctor Gugliermo

La fotografía fue editada con GIMP 2.8

👉UPVOTE
👉COMMENT
👉FOLLOW
👉RESTEEM

@hosgug

Coin Marketplace

STEEM 0.29
TRX 0.11
JST 0.033
BTC 63458.69
ETH 3084.37
USDT 1.00
SBD 3.99