Bandoleros y cuatreros
Marzo de 1901, el vapor Herminius ingresa lentamente al puerto de Buenos Aires. Es un ingreso peligroso pero el práctico a bordo conoce los canales a la perfección.
En la barandilla del castillo de proa Ethel ‘Etta’ Place, Robert Leroy Parker y Alonzo H. Longabaugh observan por primera vez el contorno de la ciudad.
El trío que a primera vista aparenta total normalidad, en realidad esconde secretos determinantes, Parker alias Butch Cassidy y Logabaugh alias Sundance Kid tienen una larga lista de asaltos a bancos y otras tropelías en los Estados Unidos de América. Sus últimos asaltos, el Great Northern Express en Montana donde se alzaron con 50.000 dólares y el First National Bank de Winnemucca con 32.000 les permite huir hacia la Argentina y hasta poder comprar alguna propiedad retirada que les permita alejarse de los durísimos detectives de la agencia Pinkerton.
Lo primero que hacen en Argentina es comprar unos caballos y partir hacia la lejana Patagonia. Para mayor seguridad se cambian de nombre y Butch Cassidy se hace llamar James Ryan y Sundance Kid Harry Place.
En el largo viaje comienzan a planear sus próximos pasos, sus proyectos e ideas. Conocían las tareas rurales, podían domar potros decentemente, arriar y hasta criar ganado, principalmente equinos.
En Cholila, una pequeña población del Oeste de Chubut, compran una estancia de 61 km. Cuadrados a orillas del río Blanco que cuenta con una cabaña de 4 habitaciones y se establecen en forma definitiva.
Conocen y crean una buena relación con Milton Roberts, jefe de policía de Esquel aprovechando la simpatía de éste por los caballos. En una de sus charlas le comentan que van a explotar la propiedad comprando ovejas, vacunos y caballos y hasta van a contratar algunos peones.
Butch Cassidy pasa solo el primer y duro invierno patagónico porque Sundance y Etta se van por una temporada a Estados Unidos para regresar en la siguiente primavera, dedica su tiempo a recorrer el campo, conocer la región, adaptarse a su rol de hacendado y estudiar el mercado.
Cultivaron una buena amistad con los vecinos y llegaron a ser apreciados, ayudó que Etta hablara bien el español. En el verano de 1904 el gobernador de Chubut, Julio Lezama fue huésped del trío y hasta durmió en una habitación de la estancia. El gobernador contó luego a los suyos que lo había pasado muy bien y hasta había bailado con una bella dama representante de la alta sociedad rural norteamericana.
Estuvieron 4 años en la Patagonia viviendo de las faenas rurales pero como comentó luego Daniel Gibbon, que construyó una gran amistad con el grupo, Sundance Kid no se adaptaba a esa vida y estaba muy impaciente por abandonarla, deseaba fervientemente volver a las aventuras y por qué no a los asaltos y tropelías. Más que la pertenencia a un lugar le atraía el riesgo.
Realizan un viaje a Río Gallegos y allí, luego de aparentar la compra de tierras asaltan el Banco de Londres y Tarapacá. Los persiguieron por la vasta estepa durante 20 días pero no los pudieron atrapar. Finalmente el trío volvió a Cholila y trataron de retomar su vida normal pero ya no pudieron. En diciembre de 1905 dan otro golpe, el último en Argentina robando el Banco Nación de Villa Mercedes en la provincia de San Luis. Vuelven a Cholila a vender la estancia y huyen vía Chile hacia Bolivia. Ethel y Sundance van a Estados Unidos, Ethel no vuelve pero Sundance si, para reunirse con su amigo.
El final de la historia es conocida gracias a la famosa película de 1970 protagonizada por Paul Newman y Robert Redford. En 1908 son rodeados y acribillados por el ejército Boliviano. Sin embargo ese final, deseado por la agencia Pinkerton que perdía prestigio al no poder atraparlos, puede no ser cierto.
Hubo varias versiones sobre el desenlace final del famoso trío de ladrones, una de las más difundidas dice que Ethel fue vista por última vez en Denver en 1925, Butch Cassidy vivió bajo el seudónimo William K. Phillips hasta 1937 en Spokane, Whashington. En cuanto a Sundance Kid volvió con Ethel y vivieron juntos durante un tiempo, a él lo enterraron en Casper, Wyoming en 1946.
Versiones hubo muchas, cual es la verdadera. Es un misterio sin resolver.
Héctor Gugliermo
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La historia del oeste, y los Al Capone, y otros es tan lejana, pero tan actual. Aún en la Iglesia Cristiana Evangélica nos han robado la pureza de la adoración, y es muy interesante conocer esto. Gracias por esta historia tan verídica
Gracias @pastorencina. Es historia verídica excepto el final que no es conocido, solo relaté uno de los varios posibles. Saludos.
Muy buena historia amigazo muy buenaaaa
Me alegra que te haya gustado. Un cordial saludo!
Eran realmente intimidantes. Pero me gusto la historia saludos
Hermosa historia , gracias por compartirla. un abrazo grande.
Gracias por apoyar siempre este blog. Saludos.
De esta historia hubo muchas versiones, y como usted lo dice, aun se desconoce cual ha sido la verdadera.
Si, correcto. Como en muchas otras historias, el misterio se empeña en permanecer por encima de la verdad. Gracias por leer y comentar.
Asi es gran amigo, y siempre atento a tus ñuvlicaciones, saludos y un gan abrazo.
Una historia bastante interesante amigo!
Si, sinceramente es mucho más larga, plena de aventuras, pero no me gusta extenderme tanto. Gracias por comentar.
Es dificil ilustrar las historias con palabras en estos tiempos donde hemos visto tanta pantalla grande, aun asi cuando uno lee la imaginación hace el trabajo y elimina las diferencias entre la pantalla grande y el texto, solo se debe hacer una buena ilustración, y usted lo ha hecho bien!
Una historia digna de una película!
Y la película es muy buena. Benigna con un trío de temibles ladrones, los hace aparecer simpáticos hasta el punto de tomarles cariño y la música excelente.
Buena historia está llena de misterio y persecución ! Es apta para hacer una película ! Lo felicito.
Muchas gracias por leer mi blog y comentar. Eres muy amable.
Despues de hacer sus echos delictivos, el dinero lo invertian (blaqueo o lavado de dinero). Compraban grandes bienes materiales y animales equinos bovinos y vacuno. Eran muy buenos para persuadir a los entes policiales les brindaban su amistad.
se comportaban muy amistosos y coloraboradores con las personas de su entorno. Interesante post para la reflexión. Gracias por compartir este relato.
La tuya es una forma más directa, digamos menos poética de mencionar como engañaron a todos. jajaja. Muchas gracias por el aporte!