¿Cuál es la verdadera riqueza?

¿Cómo definiría la riqueza?

Bueno cierto diccionario la define como: abundancia de bienes, fortuna. Abundancia de cualquier cosa.

Así que si entendimos bien el concepto de riqueza, es muy amplio.

De hecho es bueno mencionar que lo que para algunos puede ser riqueza, puede que no lo sea para otros.
Puede haber riqueza física pero también la hay espiritual. Alguien puede ser rico en cualidades, pero otro en defectos. Y esto último no es muy apreciado. Sin embargo hay que reconocer que la inmensa mayoría de las personas se inclinan más por buscar la riqueza material, por todo lo que puede comprar y la “seguridad que brinda”.

Con eso en mente muchos se enfrascan en acumularlo como de lugar, sin importar lo que tengan que sacrificar o a quien se lleven por delante, con la esperanza que después podrán disfrutarlo a plenitud.
El problema es que no hay garantía de que esto se logre, ni mucho menos en que tiempo.

Y para los pocos que lo logran, muchos de ellos ni se dan cuenta que en el proceso no solo pierden su identidad, su calidez, a veces hasta su humanidad. Se vuelven arrogantes, insensibles hacia el dolor ajeno, solitarios, desconfían de todo y de todos perdiendo a sus amigos y más importante aún hasta su familia, aunque vivan juntos. Es entonces cuando se dan cuenta que no son felices.
Claro no decimos que todo el que es rico en sentido material sea así. Pero hay grandes probabilidades de terminar así.

Entonces preguntamos ¿cuál es la verdadera riqueza?

Lo que nos hace realmente ricos no son los bienes materiales, sino lo que somos y lo que hacemos por nosotros y por los demás.
Cuando notamos que otros están en necesidad, y está en nuestra mano el poder ayudar y echamos manos a la obra, ese es el mayor placer que nos da la riqueza. Si bien es cierto que necesitamos el dinero para adquirir las cosas necesarias, pero nada se compara a la felicidad que sentimos cuando somos útiles a nuestra comunidad o cuando compartimos nuestras cosas valiosas con amigos.

La realidad es que cuando nos muramos no podemos llevarnos absolutamente nada de lo que acumulemos.
Cierto sabio dijo “no me des ni riqueza ni pobreza” y otro dijo “no acumulen tesoros en la tierra donde la polilla y el moho consume y donde el ladrón entra por fuerza y hurta, más bien acumulen tesoros en el cielo donde ni polilla ni moho consume, ni ladrón entra por fuerza y hurta. Porque donde está tu tesoro, allí también estará tu corazón.

¿Entonces cuál es la verdadera riqueza que da felicidad?