Los estados emocionales que propone la poesía van mucho más allá de lo tangible, así como el querer u odiar a alguien, en el mismo instante puedes amar y odiar, pero también puedes extrañar y rechazar… es realmente un escenario mental del que disponemos muchas veces, según lo que estemos sintiendo, es realmente complejo eso de los sentimientos.

De alguna manera, mí total drenaje en cada una de las poesía que presenté para la exposición, hoy día, veo una evolución con toda esa transcendencia y psicología que he trabajado en cada cosa que he vivido, y la he reflejado de alguna manera en mi arte, considerando, que esto que me ha funcionado a mí, y que compartiéndolo con otros, pueda ser utilizado como una herramienta, para que esas personas que han logrado identificarse introspectivamente con lo que yo he vivido.

Cada individuo puede conectarse con todo ese mundo dentro de si mismo, e identificarse con estímulos sobre un eje de luchas internas y subjetivas, que muchos la padecemos en silencio.
Aquí, otros de los carteles poéticos presentados en la exposición.

Paraíso tóxico del sentimiento

En un instante puedo quererte
en un instante puedo odiarte
Quererte…
Odiarte…

La magia de una tumultuosa agitación
abre la ventana hacia un jardín colorido.
Permanecer en la quietud del deseo
cierra el placer de nutrir las entrañas.
Quererte… ¡desde adentro!
Odiarte… ¡en el fondo!

En un instante puedo extrañar
en un instante puedo rechazar.
Extrañar…
Rechazar…

El espectáculo asfixia fervientemente
cerrando las puertas a la escena.
Establecer tranquilidad en el espacio
abre el miedo a generar claridad.
Extrañar… ¡desde adentro!
Rechazar… ¡en el fondo!