¿Quieres saber mi historia? Mi historia es como la de la mayoría de los juguetes: nací porque una niña me necesita. Mi titiritera supo que una niña de tres años necesitaba aprender a escuchar y comenzó, así, a pensar en mí.

Los títeres somos buenos conversadores y sabemos expresar muy bien las ideas para que los niños nos entiendan.

Creo que todo el mundo debería saber construir un títere cuando sea necesario; al fin y al cabo es una cuestión muy sencilla. Se trata de incorporar un ánima a un objeto cualquiera. Como mi futura dueña es muy pequeña es importante que ella pueda reconocer y aceptar mi forma, es decir, ella debía quererme desde el primer momento. Desde siempre supe, por mi parte, que sería una niña, como ella.

Para hacer un títere de guante es importante tomar la medida de la mano del titiritero al que estamos destinados. Esto se logra abriendo bien los dedos, doblando los dedos anular y medio sobre la palma y calcando la mano sobre un papel. Una vez recortada esa silueta, ella dará la medida para ser llevada a la tela con la que se construirá nuestra forma básica.

Utilizando el grosor del dedo índice, como medida del cuello se construye una cabeza con pueda recibir los movimientos del dedo. Mirando las imágenes podemos darnos una idea de cómo ir solucionando, siempre muy creativamente, nuestra elaboración.

Para unir nuestras diferentes partes se pueden utilizar distintas técnicas. Si se usa costura, esta puede hacerse a mano o a máquina.