Raíces | Memorias de un joven Timoteo 5#

¡Feliz año nuevo!, últimamente el trabajo ha sido bastante pero este proyecto continúa, espero les guste esta entrega.

Una noche mientras cenaba con mi madre me entró curiosidad de preguntarle sobre su niñez. Fue tan interesante que me pareció genial registrarlo. Comenzó relatándome que vivía en el campo junto a mis abuelos y algunos de mis tíos, pues no todos nacieron allá; estuvieron bastante tiempo viviendo conformes con lo que allá tenían, sin embargo, un día llegó de visita un familiar que insistió a mi abuelo para que se mudara a la ciudad, pues era necesario buscar un mejor futuro para sus hijos. Así que mi abuelo analizó la situación y viendo que no estaba cosechando mucho y el asunto empezaba a apretar, decidió vender todo, tenía bastante pero aún así le pareció la mejor opción a futuro. Antes de que tomara esa decisión sucedieron muchas cosas en su estadía en el campo que son dignas de ser relatadas, pero eso lo haré en otra ocasión, hoy me centraré en esa transición. Una vez vendió fue junto a mi abuela y 5 de mis tíos a casa del familiar que prometió acogerlos, llevó consigo bastante comida que compró con lo que había ganado, pero poco a poco el dinero se fue acabando y mi abuelo no conseguía trabajo, él empezaba a desesperarse y sentirse arrepentido de su decisión, sumado a eso mi madre me contaba que recibieron mucho maltrato verbal por parte de familiares y conocidos, pues al venir del campo, había muchas cosas que no conocían, los tachaban de campesinos de ... ya se imaginan.

Esa situación tenía a mi abuelo muy mal, al punto que casi decide volver, pero aquel familiar que lo acogió lo convenció de quedarse, le aseguró que le conseguiría un trabajo, y mientras tanto lo llevó a vender pescado junto a un conocido, pero el no estaba acostumbrado a esto, y le costaba, tenía mucha pena de andar gritando en público para llamar la atención de posibles compradores como los pescaderos tienen por costumbre. Poco después consiguió un trabajo en un área bastante peculiar, pues tenía que encargarse del mantenimiento de áreas públicas, el rayado de la calle, limpieza de áreas verdes, reparación de baches, etc. Según mi madre le pagaban poco para el enorme trabajo que hacía, se esforzó muchísimo y logró dejar aquel estado de "arrimado" junto a aquel familiar, le agradeció por toda su ayuda y se fue a vivir a parte, aquello tomo tiempo, pero poco a poco fue construyendo, sin conocimiento alguno de arquitectura, solo con sus manos y la motivación de sacar adelante a su familia, en el camino se encontró con un colombiano que había venido a Venezuela debido a una enorme crisis en su país en aquella época; gracias a ese hombre pudo levantar una casa de calidad, pues le compartió sus conocimientos de albañilería, plomería, electricidad y lo que necesitaba para levantar unos buenos cimientos, Guillermo, a pesar de sus problemas familiares y con el alcohol, siempre trabajaba de forma ardua. No fue una transición directa a este terreno del que hablo, estuvieron primero en un ranchito en el que también pasaron bastantes pruebas, pero esto lo contaré después. Mientras mi abuelo trabajaba, mis tíos estaban en la escuela, en la primaria hubo bastante bullying por la ignorancia, mi madre resaltó bastante esta etapa, me contó que se les hizo bastante duro afrontar esto, pero al ser bastantes, se defendían entre sí y lograban sobrellevar aquellos momentos fuertes.

Esa forma de insultar al ver la ignorancia es algo que sigue pasando, y ahora mucho más, porque al tener tanta información a la distancia de un click, hay muchos que al leer un par de artículos se sienten todo unos filósofos o maestros de algún tema en específico, muchas veces sin buscar fuentes fiables y usando argumentos sumamente huecos. Claro que no todos maltratan a alguien que es ignorante de un tema, sino que hay personas que no caen en el ciclo de devolver mal por mal, y a pesar de que fueron ofendida cuando no conocían sobre algún tema, no repiten esto, sino que imparten el conocimiento que tienen con humildad porque saben que nadie nace aprendido en todo, y es necesario ser humilde y entregar de lo que tenemos, para recibir de lo que tiene otra persona; aunque hay personas que parecen amar su ignorancia y aferrarse a ella con todas sus fuerzas, en estos casos es cuando recuerdo aquella frase de mi abuelo; "el que no oye siente"; no queda más que dejar que se den el golpe contra la realidad de las cosas para que puedan aprender a afrontarlas, aunque cuando eso suceda no solo hay que estar repitiendo una y otra vez "te lo dije", sino ayudar a esa persona a levantarse y seguir.

Mi abuelo trabajó muy duro para darles un buen futuro a mis tíos, y aunque no todos siguen sus principios al 100%, saben trabajar en varias áreas y no son inútiles, en sus vidas tomaron malas decisiones y sufrieron bastante de lo que yo llamo el "síndrome del venezolano con tres lochas", pues muchas veces (no todos ellos) perdían la humildad cuando tenían una cantidad de dinero considerable. Mi madre por otra parte tomó una carga enorme y trabajó muchísimo también, pero no invirtió bien el dinero, pues por mucho tiempo ella fue quien aportó un 80% del dinero en casa. Espero no repetir esos graves errores para poder cumplir los grandes sueños que tengo, pero para esto todavía queda un tramo largo.