Feliz día a todas las mujeres retadoras, guerreras con los zapatos bien puestos, la que lucha y resuelve creativamente, es ocurrente una maravilla que Dios creo entregada y comprometida con lo que ama es hija, esposa, madres, amiga, abuela y todas somos unas joyas que brillamos en la luz del sol, inventoras hay muchas cosas que son inventadas por las mujeres.

Todas las mujeres nos unimos el 8 de marzo para conmemorar esta fecha tan importante para nosotros y está en la historia que dio origen a esta fecha por la necesidad de conmemorar el día Internacional de la Mujer y que nace al final del siglo XIX después de la Revolución Industrial este fue un periodo histórico que transformó la economía y el modo de trabajo a formar a una mujer como esposa, madre, hija con metas, tía con nietos, sobrinos, cuñada, hermana, abuela, vecina, prima, compañera.

Y a raíz de esto podemos ver el crecimiento que hemos tenido como mujeres emprendedoras en la vida, a pesar de mi edad he vivido una vida muy amena llena de grandes logros y como mujer he visto florecer tiempos buenos y malos pero siempre con fortaleza a nuevas oportunidades que se nos presentan porque cada una de nosotras tiene un propósito en la vida, soy trabajadora me gusta y disfruto lo que hago o lo que he realizado a lo largo de la vida, siempre con pies firme y aprendiendo de los altibajos para fortalecer mis experiencias y aprendiendo que la vida nos presenta cada día momentos inolvidables y que cada mujer es una flor que embellece este hermoso planeta porque somos una creación de Dios. A todas las mujeres de esta maravillosa plataforma que llevan en este mundo luz y alegría y que el día de la mujer no debería de ser un solo día sino todos los días ya que siempre somos guerreras les quiero desear Feliz día de la Mujer.

Que la belleza de ustedes no sea la externa, que consiste en adornos tales como peinados ostentosos, joyas de oro y vestidos lujosos. Que su belleza sea más bien la incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu suave y apacible. Ésta sí que tiene mucho valor delante de Dios. (1 Pedro 3:3-4)