Cuentos de La Montañita / El encantado y el pata larga/ Ventest de Steemzuela

evagavilan (69)in #cervantes • 5 years ago (edited)

Queridos amigos, una vez más paso por #Ventest de Steemzuela (promovido por @dranuval), a dejar esta historia que me contaron. Nuestros pueblos están llenos de leyendas y cuentos de camino que enriquecen nuestra cultura venezolana. Gracias a @frewritehouse por permitir que sean divulgados.

Aquí dejo el link de la convocatoria y las bases.

♣♣♣

Conocí a Venancia en un parque donde solía sentarme en las tardes a leer bajo la sombra de un gran árbol.

Al salir de clases se acercaba allí a esperar una camioneta que la llevaba hasta La Montañita en el Tacal. Esto queda ubicado en el estado Sucre de Venezuela.

En la salida de Cumaná hacia Puerto la Cruz hay una carretera oscura y peligrosa que conduce a ese caserío sobre una montaña pequeña por donde pasa un río y a través de un puente se llega al otro lado donde están los conucos. La gente del lugar se dedica a la siembra y a la caza.

Esa tarde la noté preocupada, me contó que no la habían ido a buscar y que no pasaban camionetas hacia esa ruta y le daba miedo llegar tarde a su casa.

Se sentó a mi lado y sin preguntarle comenzó a explicar el porqué de su temor.

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No, no. Yo no quiero que me agarre la oscurana porque a Benjamín se lo llevaron y a mi eso me da miedo. Te voy a contar cómo fue pero con cuidado que no nos oigan, eso es de mal agüero.
Resulta y acontece que mi hermanito Benjamín una vez se adentró con mi tío pa´rriba donde él tiene la siembra y en una de esas se descuidó y se lo llevaron los encantados. Dos días pasaron buscándolo y nada. Todos estábamos muy asustados porque en ese tiempo apenas tenía 10 años y él solo perdido por ese monte no podía estar.

Todos por mi casa salimos a buscarlo, gritábamos duro pero sin decir su nombre para que los duendes no se lo pudieran robar definitivamente. Cómo no aparecía, al final tuvieron que buscar a Juan Mendoza para que hiciera un trabajo.

Él con sus rezos y oraciones caminó y lo invocó hasta que Benjamín apareció como si nada. Cuándo le preguntaron parecía que no sabía muy bien donde había estado pero después nos contó que había mucha agua y era un lugar muy bonito. Había muchas mujeres de pelo largo que lo cuidaban y le dio lástima tener que regresar.

A mi no me gustan los encantados, él me cuenta que no son malos pero no se dejan ver, solo podía oírlos hablar entre ellos porque siempre van en grupo. No llegaron a tocarlo pero tenían una fuerza extraña que era como de aire que hacía que él caminara rápido a donde ellos querían.

Allá en la montañita siempre pasan esas cosas y la gente de antes son los que saben y guardan los secretos.

Una vez escuché al señor Severino hablando con una tía mía y le decía que después de las siete no se le ocurriera cruzar el puente porque se le podía aparecer el pata larga. Yo me quedé callada detrás de la puerta oyendo y resultó ser que en una rama del árbol altísimo y muy viejo que está pasando el puente se ahorcó un hombre hace muchos años. Eso lo contó Don Serapio porque él fue uno de los primeros en vivir en la zona. Desde entonces suele aparecer ahí guindado con las patas larguísimas que se balancean y metiéndole el miedo por dentro a uno.
En el mismo puente ocurre otro fenómeno. Cuando la gente pasa de noche o de madrugada siente que lo cachetean y no se ve a nadie. ¡Plash plash plash! te zarandean de un lado a otro. Son muchas las personas que lo han contado y que ahora evitan pasar del otro lado.

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A última hora apareció una camioneta y se alejó corriendo y gritando.

¡Qué no se me aparezcan Diosito lindo!