Dato curioso del día / A mi vecina le echaron una brujería

Les cuento que por acá llegó una vecina desesperada y llena de angustia, preguntándonos que si teníamos velas de colores. La señora es una anciana humilde de esas que se la pasan caminando y visitando las casas del vecindario. Regularmente, ella viene a mi casa a pedir comida o sobras para sus perros, aunque a veces viene pidiendo otras cosas de las que le faltan, como sucedió hoy con lo de las velas.

Por supuesto que nosotros no compramos velas de colores. De broma compramos las velas blancas normalitas por el rollo de los apagones.

Mi esposa le preguntó a la mujer que por qué tenían que ser de otro color y entonces la señora le respondió llorando: “Es que alguien me tiró una brujería al lado de mi casa”. “Bueno, ¿cómo es eso? ¿Una brujería?” -inquirió mi esposa. “Sí, señora. Encontré allí un pedazo de algodón manchado de una cosa negra”. En el acto, a mi esposa le llegó la imagen de los algodones que nosotros mismos utilizamos para limpiarle los cabezales a los cartuchos de la impresora, y le explicó que eso no era ninguna hechicería, pero la señora insistió en que sí, que eso era un mal que le habían echado a ella dizque porque le tienen envidia.

Y yo pienso: ¿Envidia de qué? A una señora que vive sola en una casa que es más rancho que casa, a una anciana que tendrá algunos 80 años encima. ¿Cuál será la envidia?

Y la otra pregunta: “¿Para qué necesita tan urgentemente una vela roja o verde?” Entonces respondió: “Es que para evitar que me caiga ese mal tengo que hacer un trabajo”.

¡Válgame Dios! Que cada quien muera con sus respectivas convicciones.

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