Pensó diferente

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Jesús no era cristiano ni pensó que su palabra se convertiría en una religión. De hecho, lo que él quería era derrumbar la religión dominante. No buscaba fama, dinero o poder. Ni mucho menos se vestía como los líderes religiosos actuales. Hoy muchos han tergiversado su palabra para cobrar comisión y lograr que tu alma tenga pase directo al cielo. Pero esta vez no profundizaremos en los defectos actuales de los que creen seguir la palabra de Jesús. Enfoquémonos en algo más importante: "yo soy tú, tú eres yo".

Empatía pura

Sería interesante saber cómo se sentiría vivir un día (aunque sea sólo uno) en el cuerpo de cierto famoso. Así como en las películas. Ahora, tal vez ayude, pero ni haciendo esto lograríamos entender a la otra persona. Seguiríamos siendo nosotros en diferentes circunstancias. La empatía pura va más allá de suponer cómo se sentiría esa experiencia, tres semanas u ocho años en el cuerpo de alguien. Es asimilar la ideología de Jesús: "Yo soy tú y tú eres yo". Y es verdad, obvio no literalmente.

Pongámonos a reflexionar: Creo que todos estamos de acuerdo en que desde un principio nadie elige donde nacer. Si no habría una fila infinita para las familias de clase media alta en Canadá. No sabemos si fue la suerte, la consecuencia de nuestra pasada vida o la cigüeña borracha que nos dejó en el vientre equivocado. Nadie lo decidió y punto¹. Teniendo esto en claro podemos entender que no hay nada que nos asegure que nosotros pudimos haber nacido como Hitler, Maduro o Trump.

Ojo, esto no va encaminado a que justifiquemos sus estupideces, ni siquiera buscar justificar las nuestras. Solo a que entendamos la posición en la que estamos. Nadie elige su vida, ni ellos ni nosotros. Y si nos hubiera tocado nacer como madre, el vecino, el analfabeto de la esquina; seríamos exactamente iguales porque eso a lo que llamamos "yo" se evaporaría conforme vivimos en sus mismas circunstancias desde el inicio al fin. Justo como te pasó a ti. Esa es una de las verdades de Jesús, lograr esa empatía única que se consigue cuando entiendes que si hubieras nacido en su lugar serías exactamente igual que él.

Cuando mires a alguien piensa en que pudiste ser tú, exactamente igual. Con sus mismos defectos y virtudes. Entenderlo, pero no justificarlo. Si está en algún problema ayudarle sin dobles intereses porque seguramente eso era la que tú hubieras deseado si estuvieras del otro lado. Hacerlo con cada uno de nuestros paisanos. No sabemos qué tan cerca estuvimos para nacer como esa persona, pero si estamos viviendo en la misma casa, ciudad o país... bueno, muy cerca sí que estuvimos. Seamos empáticos.

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Con este artículo no buscamos que todos quieran emular a Jesús, por dos razones. Primero, se necesita escribir un texto digno de premio Nobel de literatura (incluso ni así) para cambiar por completo la vida de una persona. Segundo, nadie lo logrará. Todos vivimos diferentes circunstancias, épocas y adquirimos nuestros conocimientos de distintas maneras. Nuestras vidas son UNICAS. Por más que haya personas que sean idénticas en lo físico o hayan pasado por situaciones similares, nunca existirá alguien exactamente igual que Jesús, Luther King, Gandhi, ni mucho menos como tú. Nadie. Tendrían que renacer en ellos. Por eso muchas personas pierden el tiempo comparando deportistas, filósofos o personajes famosos sin llegar a algún lado.

_{1.- Si hay alguien que sí lo haya hecho que nos explique la dinámica para ver si tenemos una segunda oportunidad.}

Lo que si queremos hacer antes de irnos es invitarlos a reflexionar. Adaptar a nuestras vidas las ideologías productivas de quien sea, sin importar religión, nacionalidad o color. Llenarnos de valor y cuestionar las creencias con las que crecimos, así como Jesús lo hizo en su momento. Preguntarnos si nos siguen siendo útiles para lo que nos resta de vida. Sobretodo, llevarlas a la práctica. Ser más empáticos. Porque de nada sirve leer de 100 libros sobre espiritualidad si sigues siendo una persona más envidiosa, racista y clasista que el analfabeto la esquina. Dejemos de buscar ser como tal o cual personaje famoso. Nunca lo seremos. Aceptémoslo y avancemos. Adaptemos sus ideologías y seamos quienes somos. Toleremos a quien no piensa igual que nosotros. Pero hagámoslo desde hoy.