Preciosas joyas de la justicia

Alabada es usted, Señora
Que se decora con adornos especiales
Que la hacen atractiva a los ojos de los que la buscan.
Su costo es de alto valor y
Su precio costoso
Le hace justificarse con la verdad.
No hay monedas ni de plata ni de oro
Que tenga tanto precio como usted, Señora.
Su elevado precio nadie lo puede pagar
Que no sea que se incline
Para disfrutar de la verdad.
Usted Señora, cuyo nombre es justicia,
Tiene costo valioso y nadie la puede comprar,
Por su infinito valor no se corrompe
Con los que dañan la justicia.

Hermosa es usted en todos los lugares
Que la buscan.
Muy atractiva a los ojos de los hombres
Que buscan riqueza.
Detrás de ti corren los corazones
De los hombres de malos negocios.
Tú los miras, y los alejas de ti.
Ellos no entienden de la verdad, se han acostumbrado amontonar
El sueño de sus riquezas
Comprando la justicia de sus cochinos negocios.
Tú vuelas muy alto y te colocas
Por encima de las ciudades y las plazas.
Con tu mirada desde arriba,
Miras tanta corrupción
Que pervierten la verdad.
Desciendes para hablar a los hombres
Que hacen negocios con ella y
Su maldad no declina.

La justicia se cubre de joyas preciosas,
No se compra ni se vende.
La justicia cubre de oro el camino de la rectitud. Ella guía a quienes la buscan con corazón sincero.
La justicia es el escudo de una ciudad y
De una nación.
La justicia te hace obrar en equidad. No te dejes engañar
Por las joyas de poco valor.
La justicia es costosa y su precio es la verdad. Los que comen de ella, viven y disfrutan del pan de su mesa con mucha humildad.

La justicia no es una joya que puedas comprar en la tienda. No está en manos de un comerciante que pueda hacer negocio con ella.
La justicia es el vestido de lujo que puede cubrir tu corazón, si la dejas entrar a vivir en ti.
La justicia es una perla preciosa que se hace codiciable a los hombres en las puertas de los tribunales.
La justicia juzga con rectitud sin producir daño a la verdad.
Hay quienes hacen negocio para tratar de hacer justicia, pero la justicia no es negocio, la justicia solo es rectitud.

La justicia decora los muros de un palacio y viste a las doncellas de belleza.
La justicia hace hermosa a la dama que se viste con ella.
La justicia visita tu casa, tu trabajo, tu negocio y quiere decorar la habitación más íntima de tu corazón.
Deja que la justicia te seduzca con sus brillantes brazaletes de oro y
Encontrarás la verdadera perla del amor.
Permita que la justicia lo abrace y lo haga un hombre justo.