Tenía otra amiga muy simpática que vivía en una casa humilde y pequeña. Siempre se quejaba porque su casa era demasiado pequeña y no tenía las condiciones que ella quería. Sin embargo, cuando consiguió una casa más grande y confortable, seguía quejándose porque tenía que mantener el jardín y toda la casa y vivía prácticamente sola. Quejarse de la vida y no valorar lo que tenemos, ya sea poco o mucho, nos lleva a desarrollar una actitud derrotista y de miopía ante las grandes cosas que la vida nos puede ofrecer.
La vida es un regalo y como tal hay que vivirla y disfrutarla al máximo con una actitud de agradecimiento al Dios eterno que nos la regala. Una buena actitud permite que la esperanza crezca en nuestros corazones. Recuerdo que, cuando empecé la universidad, mi sueño era graduarme y trabajar para comprar una casa a mis padres. Hubo muchos obstáculos, entre ellos, económicos, que casi me llevaron a abandonar la carrera, sin embargo, mi actitud positiva ante los obstáculos, me ayudó a esforzarme y cuando pasaron los cinco años de carrera universitaria, pude graduarme. Lo interesante es que al cabo de un año, conseguí un trabajo importante y al año siguiente, opté por un préstamo de vivienda en la empresa, lo que me permitió regalar a mis padres la casa que les había prometido, cuando aún estudiaba en la universidad.
La buena actitud que desarrollé desde que estudiaba me permitió lograr, con la ayuda de Dios, lo que mi boca declaró. El futuro puede estar asegurado siempre y cuando desarrollemos una buena actitud en el presente que enfrentamos.

I had another very nice friend who lived in a humble and small house. She always complained because her house was too small and did not have the conditions she wanted it to have. However, when she got a bigger and more comfortable house, she kept complaining because she had to maintain the garden and the whole house and she lived practically alone. Complaining about life and not valuing what we have, whether it is little or much, leads us to develop a defeatist attitude and a short-sighted attitude towards the great things that life can offer us.
Life is a gift and as such we have to live it and enjoy it to the fullest with an attitude of gratitude to the eternal God who gives it to us. A good attitude allows hope to grow in our hearts. I remember, when I started college, my dream was to graduate and work to buy a house for my parents. There were many obstacles, among them, economic, which almost led me to abandon the race, however, my positive attitude in the face of obstacles, helped me to strive and when the five years of university career passed, I could graduate. The interesting thing is that after a year, I got an important job and the following year, I opted for a housing loan in the company, which allowed me to give my parents the house I had promised them, when I was still studying at the university.
The good attitude I developed since I was studying allowed me to achieve with God's help, what my mouth declared. The future can be assured as long as we develop a good attitude in the present we face.