Sigue a Jesús

Más Jesús se retiró al mar con sus discípulos, y le siguió gran multitud de Galilea. Y de Judea, 8 de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán, y de los alrededores de Tiro y de Sidón, oyendo cuán grandes cosas hacía, grandes multitudes vinieron a él. 9 Y dijo a sus discípulos que le tuviesen siempre lista la barca, a causa del gentío, para que no le oprimiesen. 10 Porque había sanado a muchos; de manera que por tocarle, cuantos tenían plagas caían sobre él. 11 Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. 12 Mas él les reprendía mucho para que no le descubriesen. Marcos 3:7-12 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

¿Por qué usted es seguidor de Jesús?
La palabra dice, que multitudes seguían a Jesús, venían de diferentes partes de Galilea, Judea y otros lugares. Cuando la gente comenzó a oir acerca de las cosas milagrosas que Jesús hacía, entonces abandonaban sus lugares y hogares y venían donde estaba Jesús para oir la palabra del reino y las obras milagrosas que Jesús como Dios hecho carne hacía.

El liderazgo de Jesús se centró en la autoridad que tenía en predicar al igual que en sanar enfermos y liberar personas endemoniadas.

Jesús enseñaba con autoridad y mucha sabiduría. La gente quedaba admirada y muchos decían, que era el Hijo de Dios. La gloria de la inteligencia y sabiduría de Jesús reflejaba en gran manera el propósito de Dios Padre, el cual quería y aun quiere que el hombre reciba la verdad que lo hará libre.

Jesús tenía una gracia muy especial para enseñar. La gente tenía gran necesidad de oir la palabra y de ser sanado. La palabra dice, que la gente tocaba a Jesús e inmediatamente quedaban sano. De igual manera, habían personas endemoniadas que traían a los pies de Jesús y el Señor los liberabas.

Realmente, seguir a Jesús, nos trae muchos beneficios. Su palabra incrementa nuestra fe, en el nombre de Jesús alcanzamos sanidad para nuestros cuerpos y en el nombre de Jesús somos libres de ataduras espirituales.

Seguir a Jesús es un motivo de vida y esperanza. La gente veía algo muy especial en Él que les proporcionaba confianza y amor. Jesús nunca está ocupado, siempre tendrá un tiempo para todo aquel que desee oír su voz o recibir sanidad física o espiritual.

Seguir a Jesús es una necesidad de todos los días. De la manera como necesitamos el alimento físico diario para el mantenimiento del cuerpo, de esa manera necesitamos a Jesús todos los días para el mantenimiento del espíritu.