Comencé el día muy temprano buscando la presencia de Dios en oración a las 4: am, porque hoy mi hija menor comienza sus estudios en la universidad y estaba muy emocionada, porque su sueño era comenzar pronto una carrera universitaria para obtener un título profesional.

A las 5: 10 am me levanté en oración, porque mi hija menor estaba tan emocionada que ya se había levantado para arreglarse, porque tenía que dejarla en el Plaza Bolívar de la ciudad, donde tenía que tomar el transporte para ir a la universidad, que está en la ciudad de Anaco, Estado Anzoátegui, Venezuela.

Mientras mi hija menor se alistaba, mi esposa hizo el desayuno, yo me aseé, me tomé un café y a las 5:50 am, salí con mi hija a tomar el autobús. Sin duda, estaba muy emocionada, quiso hacerse una foto conmigo dentro del coche, pero salió muy borrosa. La emoción le salía por los ojos.

Llegamos al lugar donde tenía que tomar el transporte a la universidad. Volví a casa y comencé con mis ejercicios físicos. Los días han sido muy lluviosos y he tenido que dejar de caminar por el polideportivo de la ciudad y dedicarme a hacer otro tipo de ejercicios que incluyen levantar algunas pesas acordes a mi edad.
Cuando terminé mis ejercicios físicos empezó a llover y me quedé trabajando en el ordenador con la suerte de que había algo de internet. Las horas de la mañana pasaron muy rápido y a la 1 de la tarde mi hija menor llegó de la universidad muy contenta y con hambre.

Mientras mi mujer terminaba de preparar la comida mi hija charlaba con ella sobre todos los detalles de su primer día de colegio. Luego mi esposa puso la mesa y compartimos el almuerzo con alegría y agradecimiento a Dios.

La tarde y la noche transcurrieron con mucha llovizna, lo que me hizo quedarme en casa y compartir una cena muy sencilla con mi mujer y mi hija menor, que siguió con la ilusión de una adolescente.

Mi querido diario, es todo por hoy.

Aquí les dejo Mi presentación

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