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Enseñanzas del amor

Aún tengo entre mis memorias aquel recuerdo placentero del primer amor, esa mujer que llegó a mi vida para conquistar mi corazón y dejarlo estaqueado. Ella fue la que se apresuró en mi vida porque para aquellos tiempos yo apenas tenía unos siete años.

Ella era de mi edad, pero tenía un sonrisa de diamantes, su cabello era como cascadas de agua que hacían una perfecta maravilla de la naturaleza, sus ojos los recuerdo aún claramente eran de color miel, su piel como azúcar sin refinar, y cuando habló aquellas palabras quedaron atadas a mi cuello y grabadas en las tablas de mi corazón.

Ella caminaba por el jardín de niños con las otras niñas, yo queriendo ser maduro antes que el tiempo lo decidiera me apartaba bajo la sombra de un pino en aquel mismo jardín. Yo la observaba como un niño enamorado (vaya que era aún un niño) pero no conocía el término de estar enamorado, pues fue un sentimiento que creció por si solo y que se mantuvo hasta que estuvimos juntos en aquel jardín.

Quería saber que era el amor, al pasar por mi en el jardín le pregunté a mi padre; ¡Papá! ¿Qué es el amor? - él camionero observó y analizó la pregunta de su hijo, notó que aún ni siquiera tocaba con las piernas el piso del coche, se sintió intrigado pero igualmente le respondió.

¡El amor hijo es aquello que nos mantiene despierto, es más potente que el café, y más poderoso que una turbina, el amor tiene sus curvas en una carretera estrecha, pero cuando sabemos la dirección sabemos cruzar con cautela. Pero eso no es todo hijo, el amor es aquello que nos aprieta el pecho y que solo ese nudo que sentimos lo desata a quien amamos. Esto mismo me sucede con tu madre, con quien tengo ya 17 años de casado, cada vez que llego de viaje al aproximarme a casa siento ese mismo apretón en mi pecho y solo es ella la que hace que se me desate eso lo que siente mi corazón!

Yo observé a papá, lo único que le entendí era sobre lo del apretón de pecho, porque era cosa que yo había experimentado junto aquella hermosa niña del jardín de niños. Pero como buen comunicador social que estaba destinado a ser, no me conformé con la opinión de mi papá, cuando llegamos a la casa abracé a mi mamá le estampé un beso y le pregunté ¡Mamá! ¿Qué es el amor? - Me observó con ternura y sin prejuicios, quitó de mi mano el bolsa de comida, y me sentó en una silla como si la respuesta tuviera que ser protocolar. Y me dijo:

El amor es aquello que se siente en el alma, es entregarse primero a ti mismo, y cuando el amor que sientes por ti se rebasa en ese preciso momento ya sabes que es hora de la entrega a otro, porque siempre es mejor conocerse así mismo y estar dispuesto entregarle una mejor versión de ti a la otra persona, que tratar de perfeccionar a la otra persona, porque cuando nos conocemos a nosotros mismos sabemos lo que queremos en la vida, y cuando llega el amor lo sabremos identificar enseguida. El amor es a la vez como un juego donde no se gana, sino que vale más lo colectivo que cualquier otra cosa. Para que entiendas mis palabras Elindersito yo amo a tu padre, porque antes de amarlo ya me amaba, y cunado decidí entregarle mi amor, ya sabía que estaba preparada para estar con otra persona.

La respuesta de mi madre aún la llevo grabada en mi corazón, desde que me levanté de esa silla decidí ser la mejor versión de mi, amarme a mi mismo para luego amar a otros sin exigir nada.

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