Uno de los problemas de la sociedad actual -y ya un tema bastante trillado- es que todos, en mayor o menor medida, vivimos con ansiedad. Sin profundizar mucho en la definición técnica del término, siempre me gustó mucho la siguiente frase para referirme a esto:

La ansiedad es exceso de futuro.

¿Puede ser más acertada esa frase?

Increíblemente, el problema radica en que, en ciertas ocasiones y/o situaciones devenimos en una paradoja tan ilógica como en el querer controlar cosas que no están a nuestro alcance. Un juego peligroso que casi siempre termina con un gran GAME OVER.

El futuro, situaciones que no dependen de nosotros, la opinión ajena, y, la más temida: La permanencia en nuestras vidas de las personas que creemos necesitar. Constituyen las "sustancias" psicológicas con las que nos torturamos a diario.

Si pudiéramos poner algo de atención a nuestros pensamientos nos sorprenderíamos al darnos cuenta de que la mayoría del tiempo estamos pensando o preocupados por algo que está muy fuera de nuestro alcance en cuanto a solución se refiere.

Especialmente es en nuestra cultura occidental donde se nos enseña desde pequeños que el "tener" es prácticamente sinónimo de felicidad, pensamiento que llegamos a transpolar a casi todas las áreas de nuestras vidas; como es de esperar.

Lo material sólo es el comienzo.

Solemos creer que conductas o actitudes en cierta área de nuestra vida no afectarán en las demás. El problema, es que estamos convencidos de que nuestra psiquis es una especie de almacén con definidas divisiones, cuartos específicos para cada pensamiento o forma de actuar, todos en completo silencio y sin molestar al de al lado. Una comunidad feliz y tranquila.

La cruda verdad, es que nuestro subconsciente es un gran terreno pantanoso en el cual patalean miles de locos nerviosos y asustadizos, todos chispeándose de lodo y gritando despavoridos.

Nos convertimos en adictos en potencia, susceptibles a que cualquier cosa o persona en el mundo pueda "engancharnos" para no dejarnos salir más y hacer, con ello, nuestra vida miserable; esclavizados bajo la estúpida ilusión de que realmente le necesitamos.

Crónica de un colapso

Hace unos días, una persona cercana a mi pasó por una terrible situación. Un familiar muy querido para ella (su madre) fue diagnosticada con una enfermedad que destruyó sus defensas y la terminó matando con una neumonía en cuestión de días.

Desde hace meses, su mamá venía presentando infecciones gastrointestinales altamente refractarias al tratamiento, pérdida de peso, infecciones oportunistas al acecho y, realmente, un aspecto que mi amiga describía como cadavérico.

Se hizo todo lo que los médicos dijeron, se compraron los medicamentos indicados y se actúo con la mayor diligencia posible, sin embargo, llegó un momento en que su salud empeoró y el diagnóstico fue confirmado.

Muchas personas le aconsejaron no confiar totalmente en el resultado, otros le dijeron que "Dios estaba por encima de todo diagnóstico". Ella, aferrada a eso y aunado al amor familiar, decidió cerrar sus ojos a la realidad.

Por supuesto que cuando llegó el fatídico momento el colapso fue total. No estaba preparada, no había abrazado la aceptación en el momento debido, ella no había comenzado su luto, y la consecuencia fue que, algo que era evidente que sucedería, fue para ella un total shock que la terminó destruyendo por dentro sin piedad.

Y es que, realmente nuestro cerebro le tiene fobia a los resultados inesperados...

Yo no me refiero a que debamos ser unos perfectos indiferentes ante todas las cosas de la vida, pero si considero que necesitamos elevar un poco las dosis de realismo por nuestro propio bien.

Es totalmente aceptable que mi amiga llorara su pérdida, es normal que haya hecho todo lo posible por salvarla, pero no es sano ni normal cuando nos ponemos en una posición de ciegos por decisión propia.

"Necesitamos elevar un poco las dosis de realismo por nuestro propio bien."

Estaban las evidencias. ciertamente suelen suceder cosas inexplicables, enfermos que se recuperan de la nada, pero lamentablemente, los milagros son bien escasos en el mundo y debemos vivir con eso.

Equilibrio

La filosofía oriental describe esto como "El Camino Medio". Un sendero en el cual aceptas que hay dos orillas y multitud de posibilidades. Una manera de vivir en que se comprende que la vida y la muerte son parte de un mismo proceso, están ligados, son indivisibles, son una misma cosa. Un ciclo vital.

Y de la misma manera, pasa con el sufrimiento y la felicidad. ¿Cómo sabríamos que existe uno sin el otro?. Las dos caras de la moneda son necesarias...

Catarsis

Cuando nos enfrentamos ante cualquier situación, una de las cosas más sanas que podemos hacer es precisamente dejar la aversión a un lado, abrazar la realidad no con resignación, sino con cordura. No posponer la conversación interna que más temprano que tarde deberás de llevar a cabo. Enfrentar la fobia. Hacer catarsis.

Sé que no es tarea fácil, no pretendo quitar el valor a las cosas importantes de la vida, lo que pretendo es que, llegado el momento, podamos deslizarnos a través de la ola en vez de chocar con ella aparatosamente.

"He aquí la noble verdad del sufrimiento: el nacimiento es sufrimiento, la vejez es sufrimiento, la enfermedad es sufrimiento, la unión con lo que uno odia es sufrimiento, la separación de lo que uno ama es sufrimiento, no obtener lo que uno desea es sufrimiento... He aquí también la noble verdad del origen del sufrimiento: es la sed que lleva a renacer, acompañada del apego al placer, que se regocija aquí y allá, es decir, la sed del deseo, la sed de la existencia, la sed de la inexistencia. He aquí también la noble verdad del cese del dolor: lo que es cese y desapego total de esta misma sed, el abandonarla, el rechazarla, el hecho de liberarse de ella, de no tenerle ya apego." -El Buda

¿Has sufrido o conoces a alguien que haya sufrido alguna pérdida?. ¿Cuál fue tu experiencia?. Me gustaría leerte y que podamos compartir un poco sobre esto que llaman la epidemia del siglo veintiuno.

Me llamo Efraín . Soy un estudiante de medicina venezolano y entusiasta de la tecnología. Creo fervientemente que podemos construir un mundo mejor con ayuda de la ciencia. Te invito a seguirme, semanalmente estaré escribiendo sobre diversos temas que seguramente podrán interesarte.