Pasiones Prohibidas - Capítulo III - Insomnio

draconel (60)in #spanish • 5 years ago (edited)

Pasiones Prohibidas

Capítulo III

Insomnio

Martes por la mañana, no pude dormir bien, apenas pude cerrar un ojo en toda la noche, por alguna razón no dejaba de pensar en la Srta. Smith, estuvo presente en cada pensamiento que tuve.

Me di un baño caliente para despertar, tomé mi primera taza de café, un desayuno rápido (el cual, por andar distraído se me chamuscó) y salgo en uno de mis coches a la empresa.

Juro que me pasé varios semáforos en rojo, suerte tuve de no tener una infracción, quizás alucinaba, pues aún podía oler su perfume en mi piel a pesar de haberme duchado ya dos veces.

Como dije antes, siempre soy el primero en llegar, pero esta vez al entrar al estacionamiento, con sorpresa pude ver un vehículo aparcado muy particular… Era su motocicleta, una vez más me hizo recordar aquella aterradora, pero placentera aventura en la parte trasera de ese mortal vehículo.

Me estacioné en uno de los lugares apartados para mis coches y fui directo a mi oficina, no sin antes pasar a saludarle. Le agradecí una vez más por el favor de la noche anterior, le sonreí y le ofrecí mi ayuda si volvía a conseguirse con algún problema que no comprendiese; me senté en mi oficina, encendí el computador y comencé a trabajar mientras esperaba a que diese la hora de inicio.

Al parecer la Srta. Smith estaba realmente interesada en mejorar, comenzó antes de tiempo, antes que yo, inclusive.

A media mañana pasé por su oficina, para "asegurarme de que todo marchara en orden" (simples excusas para ir a verle), se estaba adaptando realmente bien así que le encargué unos oficios mientras yo salía a una reunión.

Estaba a punto de cerrar, o perder, un trato importante que significaría un incremento exponencial en el valor de las acciones de la empresa, era un paso súper importante.

Mi empresa se encarga de desarrollar avances tecnológicos en todas las áreas posibles, con un departamento entero para cada área (no exageraba cuando dije que había construido un imperio empresarial).

Esta vez, el área encargada de los sistemas de seguridad, había desarrollado un sistema totalmente invulnerable, con sistemas de alarma, vigilancia con reconocimiento facial incluido con la capacidad de almacenar en su sistema hasta 10.000 rostros, un sensor para reconocimiento de huellas dactilares y de retina, para registrar a los encargados del sistema, y un control maestro al cual únicamente tendría acceso 1 persona, todo esto conectado directamente al sistema policial para dar alerta inmediata, era totalmente inflanqueable ante cualquier amenaza, robo o hackeo, pero debía demostrarlo, y eso tampoco era tarea sencilla.

No pude ser capaz de cerrar el trato, no aún, pero no me desanimaba, era cuestión de tiempo para hacerlo y ya tenía pensado como dar mayor confiabilidad a mi sistema de seguridad. Lo instalaré a mi propia empresa, después de todo, era el último avance tecnológico en sistemas de seguridad, ¿por qué no habría de tenerlo yo si fue mi empresa quien lo desarrolló?

De regreso a la compañía pasé por un café y compré algo extra para la Srta. Smith, a modo de agradecimiento (una excusa para darle un pequeño detalle), un café, una rebanada de pastel y una rosa con una tarjeta; ahora, ¿cómo hacerle recibir la rosa? No se la iba a dar yo personalmente, no quería que se sintiera acosada.

Contraté un servicio de entregas para que se lo entregase y me encaminé en mi coche rumbo a la oficina.

Personalmente le entregué el pastel y el café, la observé sonrojarse y le sonreí, y antes de que llegase la entrega me fui directamente a mi oficina, donde observaría desde el ventanal la llegada del repartidor con el paquete para la Srta.

No pasaron 5 minutos cuando ya estaba entregando la rosa con la tarjeta, estaba comenzando a arrepentirme de eso, quizás habría sido demasiado, pero ya era muy tarde, ya el mal estaba hecho.

Recibí un correo electrónico de su parte agradeciendo el detalle que decía "Espero su auto tampoco encienda hoy, así tendré más regalos como este mañana, suponiendo que sobreviva a mi máquina de la muerte. Att: Charlotte." haciendo una graciosa referencia (o espero que lo haya dicho de esa forma y no en tono de molestia) a lo que escribí en la tarjeta.

A horas de almuerzo paso por la cafetería de la empresa donde, de reojo, la puedo observar succionando el aroma de aquella rosa mientras se sonreía, yo no almorcé ahí, me fui a otra reunión para un almuerzo de negocios con ejecutivos de una empresa con la que frecuento negociar, con los cuales me encontraba negociando la venta de un software antivirus que se había desarrollado el mes anterior por mi departamento de seguridad informática, pero no se había sacado a la venta todavía, por lo cual estaban interesados en comprarlo para instalarlo en sus servidores y computadores, por ser un cliente habitual les di un precio bastante bajo con la condición de que anunciaran que utilizaban el antivirus desarrollado por mi empresa y colocasen publicidad en su web sobre el mismo, trato cerrado, sencillo y favoreciendo a ambas partes, no pudo salir mejor.

Volví a la empresa, no sin hechar un ojo a la oficina de Charlotte, la cual tenía sobre su escritorio la rosa que le di de obsequio y pasé a mi oficina hasta terminar el horario de trabajo.

Vi desde mi ventanal como todos salían, esta vez ella sale en su motocicleta a hora de salida, lo que me indica que terminó todo su trabajo y yo procedí igualmente a retirarme a mi casa, donde esta vez opto por utilizar mi piscina para nadar desnudo en el agua caliente y relajarme, a ver si esa noche si lograba dormir.

Un total fracaso, no podía sacar de mi cabeza el rostro de mi nueva secretaria, la ternura de su sonrisa.

Me visualicé en más de una ocasión, de forma detallada, la de besarla, acariciarla, incluso, podía saborear el dulzor de sus labios en mis mas profundos pensamientos, y así fue hasta que al fin, logré quedarme dormido, con ella apasionadamente besándome en mis más profundos pensamientos…