“No todo jefe es un líder”, así lo reza un proverbio popular y con sobrada maestría está en lo cierto. Son conceptos que gozan de similitud en algunos aspectos y es fácil que algunas personas confundan la aplicación de estos en el ámbito social.

Aunque los jefes son por lo general la autoridad, no necesariamente es reconocida por quienes están por debajo de ese nivel de mando. En el caso de un líder, aunque no necesariamente debe ser un jefe, goza del reconocimiento de su autoridad moral por parte de las masas.

Cualidades del jefe

Los jefes por lo general son nombrados por instancias superiores a excepción de los cargos asignados por elección popular. Estos se encargan de la dirección de un cargo, emanando órdenes y a su vez monitoreando y controlando el cumplimiento de las mismas. En resumen, es la persona legalmente autorizada para emitir órdenes dentro de un equipo de trabajo.

Cualidades del líder

Por su parte, los líderes son natos y gozan de la aceptación espontánea de las masas. Son personas a las que, bien sea ocupando un puesto donde pueda emitir órdenes o simplemente emitiendo una opinión personal, cuenta con el respaldo de otras personas, quienes apoyan sus palabras o acciones. También hay casos donde el liderazgo se aprende a tal nivel del liderazgo nato.

Las diferencias

Los jefes siempre están sumidos en el desempeño de sus cargos, emitiendo órdenes que cumplan con un fin preestablecido, independientemente si estas decisiones son del agrado o no de las masas. Caso distinto a los líderes, quienes por lo general buscan el equilibrio necesario para que todas las partes involucradas en una decisión se vean satisfechas y llenen sus expectativas sin desviarse del objetivo principal de una decisión. Tal como lo dice un viejo proverbio popular “para ser un buen jefe, también hay que ser un líder”.

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