Saludos amigos de @cotina, es para mi un placer el poder compartir con ustedes otro día más.
Antes que nada quiero contarles que este día lo puse nuevamente en las manos de mi Dios todopoderoso quien guía mis pasos.
Un día para mí nada fácil y trato de tomarlo de la mejor manera posible, pues como pudieron observar en el título de este post debo someterme a un estudio previo a la cirugía que me realizaran dentro de poco tiempo.
Soy de las que creo que Dios siempre está allí de nuestro lado guiando nuestros pasos y se muestra en cosas tan simples, que no todos logramos apreciar.
Al salir de mi habitación me encontré con mi hermosa planta de hoja de cobre con unos colores espectaculares, mis tonos inspiradores, los cuales me llenan de energía.
Allí Dios me está diciendo que me quedé tranquila que los procesos pasan para poder evolucionar y ser mejores seres humanos.
Para armarme aún más de energía me alimente con unas arepitas o Chachapoyas hechas de avena en hojuela, las cuales rellene con queso paisa pues debo continuar con la dieta.
Me da un poco de gracia ver cómo mis mascotas se alinean para disfrutar de un merecido baño solar, después de desayunar.
La naturaleza es tan perfecta que no es necesario decirles lo que tienen que hacer, ellos solos se recargan de energía.
Para subirme un poco el ánimo después de unos días de intensos dolores, opte por planchar me el cabello para no andar tan desmejorada en este día de acudir al ginecólogo.
Yo no se ustedes pero las dos ramas de la medicina a las que más pánico le tengo son a la odontología y la ginecología.
Un día de mucho reposo a los fines de no inflamarme tanto.
A eso de las 3:00 de la tarde vino mi hermano a buscarnos para llevarme al médico, ya que me iban a realizar la biopsia.
Al llegar al consultorio ya estaba el doctor esperándome para hacer el procedimiento.
Les cuento que fue algo rápido pero doloroso, pero en comparación a la que me realizaron hace cinco años atrás, está no fue tan traumática.
Con tanta cosa no me había fijado que la policlínica quedaba justo en frente a la maestranza de toros César Girón.
Al salir de la clínica me tomé un calmante y al llegar a casa me tocó colocarme un supositorio de VIAVOX, para luego acostarme un rato a esperar que los calmantes hicieran su efecto.
Ya en la noche me dio apetito y me levanté para preparar unas arepitas de avena para cenar.
Así fue este día de nervios y dolor, todo sea por el proceso de preoperatorio.