La bolsita de Magdalena. (Relato corto)
Los ojos de Matías eran muy curiosos, así como él. Durante días, había visto a su abuela con algo extraño entre sus manos que le llamaba mucho la atención, y aunque había tratado de no preguntar, la curiosidad le ganó.
—¿Qué llevas tienes allí abue? —
Una pequeña risa brotó de Magdalena al ver la curiosidad del pequeño. De hecho, de toda la familia, fue el primero que noto el detalle en ella.
—¿De verdad quieres saber mi pequeño? —
El corazón de Matías se aceleró un poco, jamás se había atrevido hacerle una pregunta a su abuela, mucho menos importunarle en este caso, justo cuando ella tomaba su respiro en el patio de su casa.
—Si abuelita, llevo algunos días queriendo preguntarte, aún así, no quise molestarte. ¿Qué llevas en esa bolsita abuelita? —
Los ojos de Magdalena se vistieron con recuerdos, un suspiro sentido que movió sus emociones, hizo que prorrumpiera en llanto, tomando la bolsita que tenía en sus manos, y apretándola sobre su pecho.
En desconcierto estaba Matías, que trataba de consolar a su abuela, consolándola de algo que no sabía, dándoles besitos en sus mejillas…
—Abuelita discúlpame abuelita—Decía Matías, quién se creía culpable de sollozo de su abuelita.
El tiempo paso, el gemido aún se sentía a distancia, uno que salía desde el fondo de Magdalena.
—Lo siento abuelita, lo siento, no te vuelvo a preguntar más sobre tu bolsita — Insistía Matías tratando de consolar a su abuela.
Entre suspiros y entrecortada, Magdalena abrazaba a Matías.
—Tranquilo mi pequeño, no has hecho nada malo. La historia de esta bolsita, es sencilla para muchos, pero tiene el mejor significado para mi Matías.
Tu abuelito Matías, justo antes de morir, me dijo que yo había sido la mujer de vida, y no fue para menos, estuvimos 30 años de casados, y la noche antes de morir, tomó esta bolsita, y la lleno de besos para mí. Dijo que cada noche sacará uno, y recordara lo mucho que él me amaba… —
Por David R
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