Cómo cuidar nuestros pensamientos para que no nos roben nuestra herencia
En algún momento, todos hemos tenido que lidiar con algún tipo de pensamiento distorsionado. Este pensamiento distorsionado puede haber llegado por las palabras dañinas fueron pronunciadas por una persona importante en nuestra vida, o tal vez por un fracaso en el pasado. De cualquier manera, cuando permitimos que las opiniones de los demás o nuestras experiencias determinen la forma en que nos vemos a nosotros mismos, entonces una imagen distorsionada se desarrolla en nuestro interior.
El peligro comienza cuando estos pensamientos distorsionados comienzan a construir una fortaleza en nuestra mente. Independientemente de la fuente de la fortaleza y el tiempo que ha estado ahí, las armas de Dios pueden destruirlos. Segunda de Corintios 10: 4-5 dice,
"Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo" (NVI).
El significado de la palabra griega que significa fortaleza es muy interesante.es "un argumento o razonamiento usado por uno esforzándose para fortalecer su opinión y defenderla contra su oponente."
Eso es exactamente lo que sucede cuando los pensamientos distorsionados se convierten en una fortaleza en nuestra mente. Racionalizan por qué Dios no ha hecho lo que ha prometido para nosotros. Una fortaleza dice: "Dios puede hacer milagros para los demás, pero no para mí."
La Palabra de Dios es el único poder que puede derribar y destruir toda fortaleza construida en nuestra mente.
Segunda de Corintios 10: 4-5 nos asegura que las armas de Dios son más fuertes que cualquier fortaleza del enemigo. No importa la naturaleza de la fortaleza, o el tiempo que ha estado ahí, Dios ha prometido que cuando usamos sus armas, serán destruidas!
Una cosa es conocer las armas de Dios que tienen el poder para destruir fortalezas, pero saber cómo destruir esas fortalezas es una información valiosa. Las fortalezas de la mente se destruyen cuando seguimos las instrucciones de Pablo de "llevar cautivo todo pensamiento."
La idea de tomar un pensamiento cautivo puede sonar raro, pero en realidad es muy simple. Capturamos un pensamiento de la misma manera que un ladrón es capturado. En realidad, los malos pensamientos son ladrones que vienen a robar las promesas de la paz, la salud, el favor, la alegría, y la prosperidad de Dios en nuestra vida.
El primer paso que debemos dar para capturar a un ladrón es identificar los pensamientos erróneos. Si usted es un nuevo creyente y no está familiarizado con la voluntad de Dios, hay una manera simple, para determinar si un pensamiento es de Dios o no. Simplemente pregunte, "¿Esta idea me lleva a la paz y la vida, o es molesto y destructivo?" Observe cómo Jesús identificó a un ladrón:
"El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia" (Juan 10:10 NVI ).
Cuando los pensamientos producen una respuesta que roba, mata o destruye entonces podemos estar seguros de que provienen del reino de la oscuridad. Por otro lado, si los pensamientos traen vida, paz, alegría, entonces son de Dios.
Comienza a identificar los pensamientos erróneos que puedas estar abrigando en tu mente y no permitas que roben tu herencia dada por Dios!