PRIMER REGGAE | En conmemoración al día mundial del reggae
Desde el 1ro de julio de 1994, se celebra en esta misma fecha anualmente el día mundial del reggae, un género que a pesar de su fuerte carga política originaria, es percibido por lo general como música de playa y relax. Tiene que ver, de seguro, con el hecho de que sin importar sobre qué vaya un reggae, este jamás nos hablará de odio y resentimiento, sino conllevará siempre un mensaje de amor o incluso de religión, aunque señale algún tipo de injusticia. El mayor aporte de Jamaica al mundo hasta este momento, con toda seguridad, es este extraordinario ritmo. Y no es poca cosa.
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Musicalmente hablando, el reggae es un ritmo bastante sencillo: un compás de cuatro tiempos con un silencio en el primero, en un tempo relativamente lento, y cuya base consta de bajo (la línea llamada walking bass), batería, un güiro en sus orígenes – o scratcher, como lo llaman en inglés-, y la guitarra eléctrica con su archiconocido y característico skank a contratiempo. A todo lo anterior se le une, por supuesto la voz, y, en general, una línea de viento - metal.
Pero en su contenido el reggae es muchísimo más. En una fecha tan cercana como el 6 de agosto de 1962, Jamaica recién alcanzaba su independencia de más de tres siglos de dominación británica. El júbilo de este hecho se reflejó en un tipo de música muy alegre que las abundantes bandas jamaiquinas tocaban en las calles, y que se llamaba ska.
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Y es que, sencillamente y para esta fecha, la manera de poder escuchar música en las calles de la isla se limitaba a estas bandas, que por lo tanto abundaban (nótese la importancia de la línea de metales en la música jamaicana). Un hecho muy simple: un elemento que pronto pasaría a formar parte inseparable de la cultura popular de la isla hasta hoy día, para aquel momento prácticamente no existía allí, lo cual refleja el nivel de pobreza que se experimentaba, nos referimos, simplemente, a los equipos de sonido, o Sound Systems, algo así como las “minitecas” que tiempo después abundarían en países como Venezuela. Así pues, el regocijo independentista, como decíamos, se reflejó en el ska, que podía ser tocado al aire libre y sin amplificación.
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La evidente injusticia económica y social plenó las letras de los temas con una nueva carga política y social, hecho que llevó, de alguna manera, a desacelerar el alegre ritmo de la música, de donde, aunado a otros elementos, evoluciona el reggae. El término en sí mismo, si bien su origen no está cien por ciento seguro, parece provenir del inglés jamaiquino rege-rege, que significaría “ropa andrajosa” o “harapos”, aunque llevaría, además, la carga semántica de “pelea” o “protesta”. ¿Y el relax y la playita…? El término parece usarse por primera vez en la canción Do the Reggay , de Toots and the Maytals en 1968, aunque reggay era el nombre de un baile jamaiquino de moda, Toots Hibbert, el compositor, aseguró que lo tomó de la jerga para referirse a la persona descuidada, desaliñada.
Otra de las fuentes de las cuales bebe el reggae, lo constituye el rocksteady. Con la mencionada pobreza imperante, pero con la llegada de inversionistas interesados en la caña de azúcar, llegaron también dos invitados más. El primero, finalmente algo de dinero para poder comprar los sounds systems, que rápidamente comenzaron a ser omnipresentes en las calles de Kingston; y segundo, esta ciudad capital comenzó a llenarse de jóvenes y trabajadores que venían en buscar mejores condiciones, creando, por supuesto, barriadas atestadas de pobreza con su consecuente criminalidad.
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¿Saben cuál era la onomatopeya para los disparos que resonaban en las calles, es decir, el equivalente jamaicano de nuestro hispano “bang”, “bang”? Pues no era otra cosa que “skank”. ¿Les suena? Hablamos de él en el segundo párrafo. Y este parece ser su no tan relajante origen, donde la guitarra estaría imitando un disparo y su triste eco producido en un callejón de Kingston.
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Pero volvamos al delicioso rocksteady. Con los sounds systems tenía que llegar, por necesidad, un elemento más a enriquecer la cultura de la isla: los discos. Estos eran, fundamentalmente, del género rhythm & blues, que al mezclarse con elementos del ska, produjeron un ritmo sumamente agradable para bailar. ¿No lo creen? Acá un ejemplo de 1967 con la agrupación The Jamaicans, “Ba Ba Boom”.
Si el rocksteady no suena ya casi al reggae tal como lo conocemos, no sé qué lo hará.
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Pero, y entonces, ¿Cuál se considera el primer reggae, como tal, grabado? Bueno, este honor no está muy claro, aunque uno de los más fuertes candidatos es “Nanny Goat” (1969) de Larry Marshall.
El primero, en tierra continental, eso sí, en grabar un reggae fue el norteamericano Johnny Nash con "Hold Me Tight"
Hasta el buen Paul McCartney tuvo a bien componer (lo que él creyó que era) un reggae, con “ob-la-di-ob-la-da”, dónde el Desmond que menciona, no es otro que el músico de reggae Desmond Dekker. Esto ya prefiguraba lo que ocurriría en los noventas con el pop en los EEUU.
¿Recuerdan el meteorito que acabó con los dinosaurios pero abrió el camino a nosotros, los mamíferos? Bueno, valga la metáfora, todo lo dicho hasta ahora es, algo así, como anterior a la caída del meteorito. Ese buen cataclismo cósmico, en el mundo de la música jamaiquina, ocurrió con la llegada de un gigantesco cometa llamado Robert Nesta Marley, y como en inglés a los Robert les dicen “Bob”, pues… Al comienzo de este escrito mencioné que iba a hablar de algunos de los elementos, a nuestro parecer, menos conocidos sobre el ritmo en cuestión. Y hablar del divino Marley sería demasiado extenso y ameritaría un espacio mucho mayor.
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Por ahora, a celebrar el 1ro de julio, día mundial del reggae, quitándole un poco la frivolidad y encasillamiento en que ha caído. ¿No? A ver qué de frívolo tiene esto; a ver si esto es playita con bronceador y un coctel con paragüita:
Que genial pasar por aquí y leer esto. Gracia, muchas gracias.
Gran trabajo! Super interesante :)