AMAR HASTA EL MAS ALLÁ.

Realidad o leyenda.

Hasta nuestros días ha llegado la historia de un amor imposible que se produjo en este singular palacio. Una historia de amor que al parecer se produjo furtivamente en vida de los dos protagonistas y que duro varios siglos más tarde, en los cuales sus espíritus vagaron, buscándose, el uno al otro por los salones y jardines del palacio.

Según la leyenda, a principios del 1300 un caballero templario pidió hospedaje en el palacio. El conde, dueño y señor del palacio y de casi todas las tierras del alrededor, como buen cristiano lo acogió bajo su techo. Dicho conde tenía una hija casadera que hacía tres meses se había prometido en matrimonio a un duque en el condado de Barcelona.

Quiso la desgracia o la fortuna, que en las siguientes semanas la hija del conde se enamorara del caballero templario. El caballero cayó bajo los embrujos de la belleza de la muchacha y renuncio a sus votos por ella. El conde entro en cólera cuando se enteró de lo que ocurría y rápidamente mando expulsar de sus tierras al caballero. Pero el amor entre los dos jóvenes había crecido tanto en esos escasos días que el caballero tras ser expulsado volvió a por su amor.

Fue descubierto en la alcoba de la joven y apresado por los guardias. El conde, comprendió que ahora el matrimonio con el duque de Barcelona ya no se podría llevar a cabo, pues su honor había sido mancillado. Ante un ataque de locura y rabia ordeno ejecutar al caballero en los jardines del palacio, ante la mirada atenta de su hija.

Tras la muerte ordeno enterrar el cuerpo en una zona cercana (se dice que estaba entre los muros del palacio). La muchacha estuvo varios días mal, no comía, no salía de su habitación, no hablaba con nadie, hasta que un día subió al mirador y se arrojó al paso de su padre, también en el jardín, perdiendo la vida al momento.

Pasaron varios años hasta que una sirvienta enloquecida dijo haber visto a la hija del conde en los jardines. Después se decía que habían visto al caballero templario entre los pasillos de palacio, y así ha ido pasando el tiempo. Hay varios casos de personas ilustres que aseguraban haberlos visto, tanto a uno como al otro, en los posteriores siglos.

Se dice que la última vez que los vieron eran en 1937, en plena guerra civil Española. Al acabar la guerra un fraile afirmaba saber cómo acabar con los fantasmas del Palacio, como hacer descansar a los dos enamorados. Solo haciendo que sus huesos descansasen los unos con los otros, los espíritus abandonarían este mundo.

En 1965, en unas mejoras del jardín del palacio se encontró resto humanos, nadie le dio la más mínima importancia, hasta que un poco más abajo los huesos que hallaron estaban sujetando una espada. Fue entonces cuando la historia volvió a sonar entre los vecinos con más fuerza. El Párroco consiguió que esos huesos no se guardasen, ni que fueran destinados a volver a ser enterrados en una fosa común del cementerio.

Nadie sabe que hizo con ellos. Unos dicen que nada, otros que la iglesia sabia de esa historia y savia donde estaban los resto de la muchacha y el párroco los enterró juntos para que descansarán en paz. La cuestión es que desde ese día jamás se ha vuelto a ver a ninguno de los dos vagar por los jardines en las frías noches de invierno, que fueron cuando perdieron sus vidas terrenales.

No se sabe si esa historia es fruto de una de tantas leyendas que nos han llegado hasta nuestros días, o en realidad fue algo así o parecido lo que ocurrió. Ya que toda leyenda tiene algo de verdad. Lo que sí es verdad que fantasma, lo que es fantasmas como los conocemos ya hace muchos años que no se han visto en el Palacio, aunque en ese invierno frio, si nos alojamos en él, ya que ahora es un hotel, podemos escuchar mormullos, llantos que nadie sabe de dónde proceden. Pero quien sabe, a mejor solo es nuestra mente que quiere escuchar esos llantos, o la antigüedad del edificio haciendo los ruidos normales de la edad, o puede ser que algún espíritu no haya abandonado totalmente del palacio y siga esperando a su amor.

Dejandohuella