Hola mis apreciados amigos de #venezolanossteem, les mando un gran abrazo fraterno, he estado ausente por motivos de causa mayor, pues mi trabajo se ha multiplicado al doble en esta época, sin embargo me siento satisfecho a pesar del cansancio ya que estoy haciendo lo que me gusta.

Espero se encuentren bien, con mucha salud por sobre todas las cosas y con buen ánimo. Aquí estoy otra vez para participar en un nuevo concurso de mi estimada @solperez, quien con apoyo de @marcybetancourt si es verdad que siempre están a pie del cañón, manteniendo la comunidad viva.

Bueno, en este caso hablaré de mi sitio favorito de la casa y pues enseguida pensé en mi cama, por las horas de trabajo que desempeñó a la semana, pero pensándolo bien, cuando no trabajo tanto, tengo otros sitios de preferencia, como el patio, el cuarto de juegos (no como 50 sombras de grey) dónde hay una computadora y un Xbox 360, y acostumbro a jugar con mi hijo cuando se puede, o la sala. Tuve que escoger entre las últimas 3, y pues definitanente me quedo con la sala.

La sala de casa es amplia, tiene un par de espejos donde siempre me tomo una foto antes de salir (vanidad quizá ja,ja,ja). Cuando estoy en casa paso muchas horas sentado en la sala, viendo tv, relajado con mis animalitos.

También solía pasar horas con mi padre (Q.E.D) sentado en la misma sala, conversando sobre la vida, viendo deportes, o simplemente en silencio, sin sentirnos incómodos, solo disfrutando de la compañía uno del otro.

Mi sala tiene varios cuentos, cuando recién me mude a la casa y estaba en edad infantil, solía pensar que de noche me podía salir un fantasma u algo parecido, sin embargo era un miedo placentero de quién le gustaba las películas y escenas de terror.

En mi sala también se han sentado honorables maestros de mi carrera, quienes me visitaron en algún momento para celebraciones o brindarme consuelo por diferentes situaciones de la vida.

Aunque si debo recordar alguna visita especial en mi sala, fue en el año 2.004 cuando el director del liceo dónde estudiaba (era un liceo militar), se sentó allí ( en otros muebles) para decirme que estaba expulsado de la institución, recuerdo ya había terminado las clases y me quiso expulsar porque no quise pararme firme, asustado le respondí que no me expulsará que si quería me paraba firme ya mismo en la sala, no pudo contener la risa y la cosa quedó hasta allí, para mí suerte.

En fin hoy sigo disfrutando la sala mi casa, dónde ahora hay un gran tv, un bar y mis animalitos, que me relajan en mis tiempos libres.

Gracias.

Dios siempre de cabrestero.