Héctor Cabrera: el muchacho del Guarataro que cautivó a Buenos Aires (crónica musical)
Gente de steemit, esta breve crónica es la segunda de una serie textos dedicados a algunos de nuestras más rutilantes estrellas musicales de los años sesenta y setenta. Un poco de la historia de nuestra farándula nacional. La primera fue sobre Miguelito Itriago, y puedes leerla en este enlace.
Quiero agradecer a #venezolanossteem, la comunidad tan acertadamente dirigida por @marcybetancourt y @olperez, por el espacio y la difusión de estos trabajos.
Saludos.
La noche del lunes 28 de septiembre de 1970, un grupo de unas diez monjitas está en Caracas frente a un viejo televisor. Rezan con una devoción y un fervor de tal fuerza y entrega que no hay forma ni manera de que lo que están pidiendo no les sea concedido. Mientras tanto, a unos cuantos miles de kilómetros de allí, un muchacho del barrio El Guarataro, de Caracas, está en su camerino del Luna Park, esperando nervioso su turno para salir a escena a cantar en el IV Festival de la Canción de Buenos Aires, que se lleva a cabo ahí en la capital argentina.
El cantante Héctor Cabrera ha tenido dos meses de preparación para aquel día. Está preocupado, desde niño ha sido asmático y teme que el clima bonaerense le juegue una mala pasada. Le ha prometido a su esposa que este será el último festival. Cada vez que ha tenido oportunidad de participar en estos festivales los nervios lo atacan y pasa días y noches sin comer y dormir bien.
La primera noche, el sábado 26 de septiembre, Héctor salió a enfrentarse por primera vez al jurado. Cuando empezaron a sonar los primeros acordes de la orquesta de veintiocho músicos, hubo un buen augurio para el venezolano. La gente se sentía emocionada, todo iba bien para el muchacho del Guarataro.
Ese mismo año de 1970, el cantautor Gian Franco Plagiaro había viajado a Venezuela para ofrecer su canción Las cosas que me alejan de ti al cantante venezolano. Gian Franco le diría a Héctor que la canción era tan polémica, que si no lo hacía ganar lo metería en problemas con la ley, y que eso por cualquier lado le daría fama. Eran tiempos de dictadura militar en Argentina, y el contenido de la canción, como hemos dicho, era polémico. Todo parecía estar predestinado para que el cantante venezolano arrasara en el festival.
Llegado el momento, Héctor Cabrera se montó en la tarima del famoso Luna Park. Era lunes 28 de septiembre de 1970 y ya todo estaba escrito. En el barrio El Guarataro la gente seguía expectante la actuación de Héctor en sus televisores.
Cuando Cacho Fontana leyó el veredicto del jurado, el cantante venezolano se desmayó dramáticamente, cosa que ya era costumbre en él, y en el barrio se oyeron gritos de júbilo. Héctor Cabrera había ganado el IV Festival de la Canción de Buenos Aires. A partir de allí su carrera tomó un nuevo aire y Héctor siguió estando en la palestra unos cuantos años más.
¡El inicio con lo de las monjitas está estupendo @cantantecumanes!