El Mundo que nos toca. La Vida es Bella

Y yo vivo aquí, en este lugar del mundo. El más austral de América. En Argentina. Orgullosa de haber nacido aquí. Amo cada centímetro cuadrado de esta tierra. Conozco nuestra gente, nuestra historia. Algunos dicen que somos "hijos de los barcos". Puede ser que muchxs llevemos ese ADN, pero estoy segura que quienes hemos dado nuestro primer grito desesperado en el momento del nacimiento nos sentimos argentinxs. País joven, como la mayoría de nuestros hermanos de América. Porque somos americanos, hemos nacido en este continente. Pertenecemos a la América del Sur. Que existe. Porque el Sur también existe. Con nuestras características, que marca y define esa idiosincrasia tan peculiar nuestra en mi querida Patria Grande, Latinoamérica.
Sucede que quienes han podido compartir la vida en otros lugares por diferentes motivos, vacaciones, viajes de negocios, de placer, exilio, han mostrado sus características personales. Pero no somos todxs así. Aquí somos más de 40 millones de almas. Un gran porcentaje de esos seres no son así. Pertenecen al país trabajador, al pueblo hacedor de la riqueza de Argentina. Pertenecen al Pueblo. Y este Pueblo tiene rica historia. Es pueblo que trabaja, que se levanta muy temprano para marcar tarjeta o poner el dedo en las nuevas máquinas. Es pueblo que sabe de qué se trata esta etapa del mundo todo en esta pelea por el Poder. Sabemos de qué se trata. Y si no lo sabemos lo intuimos.
Estoy segura que no hay ser humano que no quiera vivir en paz, placenteramente. Esto es común a todos, sin excepción. El tema es quiénes tienen la posibilidad de conseguirlo. Y aquí reside el problema. La pelea.
La Libertad y la Justicia son los conceptos deseados, levantados, usados como banderas, de todo ser humano.
¿Quiénes tienen la posibilidad de conseguirlo? ¿Quiénes son los que no sigamos viendo a esto como una utopía? Quienes manejan el poder del dinero. El poder del dinero. Y el resto ¿qué?
Hoy día, ni siquiera podemos hablar del dinero en papel impreso. Del papel moneda. Es virtual.
Estamos todos enmarañados en esto que por un lado nos quiere mostrar un mundo, con ayuda de los medios de comunicación, que son el poder real, en estos momentos de la historia, porque cumplen un papel fundamental en esta "cosa" que se ha transformado la realidad, la Vida, que quiere convencernos de que si imitamos determinadas actitudes, costumbres, seremos como ellxs.
Aquí comienza el engaño. Aquí comienza esta cosa que luego se mezcla con la brutal realidad. Que nos golpea, que nos produce frustración, bronca, impotencia, que no nos permite reaccionar porque ya nos atraparon a nosotrxs también.
No somos solamente nosotrxs, lxs argentinxs, quienes sufrimos estas cuestiones. Es el mundo.
Pero siempre hay "una vuelta de tuerca", a lo Henry James. Y aquí la habrá. Habrá otra vuelta de tuerca.
Sucede que hoy me han dolido algunas cuestiones. La Cámara de Diputados. La Cámara de Senadores. No es nuestro solamente. Es lo que sucede en el mundo.
No lo digo a esto para consolarnos, para no sentirnos tan mal por ser los peores del mundo. Es la realidad. No somos una isla. Es el desarrollo de la humanidad.
Siempre me ha gustado buscar la etimología de todas las palabras. En este caso "Humanidad". Y lo que sigue lo he copiado de wikipedia: Los seres humanos tienen la capacidad de ser conscientes de sí mismos, así como de su pasado; saben que tienen el poder de planear, transformar y realizar proyectos de diversos tipos. En función a esta capacidad, han creado diversos códigos morales y dogmas orientados directamente al manejo de estas capacidades. Además, pueden ser conscientes de responsabilidades y peligros provenientes de la naturaleza, así como de otros seres humanos.
Creo que nosotrxs, argentinxs, y la "humanidad" en su conjunto estamos equivocadxs.
Bueno, ésta es mi primera publicación en este lugar.
En este momento viendo panaderos regalando 5000 kilos de pan, viendo la cantidad de gente haciendo cola desde las 3 y media de la mañana para recibir medio kilo de ese alimento, el "pan", del que habló tanta gente. Religiosos, políticos, hambreados, el pan, incomprable ya en mi país, espero que comprendan de qué hablo.
Está muy mal el mundo. La Vida es Bella.