Hay una realidad cuando se llega a la intimidad con otra persona, y es que más allá de compartir el momento con todos sus matices, hay también un compartir a través del contacto sexual de toda la experiencia vivida por cada uno de los integrantes de la relación (sean dos, tres cuatro o la cantidad que sea), y junto a esto está la posibilidad de compartir además infecciones de transmisión sexual que alguno tenga (sabiéndolo o no), e infectar a otro.

Este es parte de los riesgos, razón por la que se debe asumir con responsabilidad cualquier tipo de relación que se quiera mantener.

Punto a aclarar, para tener mayor claridad en lo que se leerá a continuación, cuando hablamos de ITS, infección de transmisión Sexual, nos referiremos a toda aquella adquisición de un microorganismo específico (virus, bacteria, hongo, parásito) a partir del contacto sexual. No es lo mismo que enfermedad, ya que ésta es la manifestación de signos y síntomas específicos característicos. Una vez esto claro, continuemos con nuestro primer mito de esta tercera parte.

El VIH se puede contagiar sólo con tocar la mano de alguien infectado o por tomar del mismo vaso

Nada más lejos de la verdad que tal afirmación. Pero parece mentira que actualmente esto esté dentro de las creencias populares. El Virus de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH) es altamente delicado, al mínimo contacto con el aire,la luz, luz ultravioleta, frío, sencillamente muere. El otro aspecto a destacar es que este se encuentran en los fluidos corporales, es decir:
Sangre, fluidos genitales como el semen y el fluido vaginal, es por eso que esta es la principal vía de contagio. Muchas veces preguntan sobre la posibilidad de infección a partir de la saliva, y las posibilidades son pocas. Ya que la saliva contiene muchas bacterias y estás atacan el virus y rápidamente es destruido, además de que el aire que pasa por la vía respiratoria colabora con su eliminación. El detalle aquí sería, que la persona tenga lesión en las encías, este sangrando, ahí sí las posibilidades de contagio se aumentan.

De hecho, cómo historia verídica: @josevas217 conoció a una pareja que tenía ya 14 años de casados, e iban a tener su segundo hijo. En el que el esposo es VIH positivo pero la esposa no.

¿Cómo es eso? Preguntarán.

El cuidado que él tiene en cuanto a dieta, no trasnochar se, hacer ejercicio, y obviamente su tratamiento retroviral, hace que los valores de virus en su sangre lleguen a niveles casi cero, pudiendo tener relaciones con su esposa sin protección, sin infectarla. Es una situación compleja, si. Pero es posible.

Sin embargo, lo mejor es cuidarse, claro está.

Esta historia derrumba además otro mito, en una pareja es imposible que solo sea una el infectado. Pues, si es posible, más no es lo habitual.
Pasamos al otro mito…

Si no tiene secreción o alguna lesión genital, no tiene ninguna infección ni enfermedad.

_{(Este Punto en relación al planteado por el usuario @pablo1601 en la primera parte de esta temática)}

Para dejar esto muy pero muy claro, dentro de las enfermedades de origen infeccioso hay algo que se denomina ”Periodo de Ventana”, este consiste en un espacio de tiempo que transcurre desde que se adquiere la infección hasta que se empiece a manifestar la enfermedad. Siempre varía, según la enfermedad, en el caso del VIH puede ser hasta de 6 meses o mas, hasta que se manifiesta la enfermedad de alguna manera, y es cuando acude al médico en busca de respuesta. Osea, que pueden pasar meses sin que haya ningún síntoma ni signo. Lo mismo ocurre con la sífilis, gonorrea, herpes, VPH, entre otras.

Entonces, si no hay alguna sintomatología no necesariamente implica ausencia de enfermedad. Así que el Periodo de Ventana hace a un lado este mito.