ESPAÑOL

Reflexiones en tiempos de coronavirus

Esta publicación es literalmente lo que siento en este instante, y como va saliendo.

Probablemente haga, después, algunos mínimos arreglos, sobre todo a la puntuación, que es lo que suele fallarme cuando me pierdo en el teclado.

No quiero sonar dramática ni extremista, ni mucho menos victimizarme.

Pero hoy llevo 4 días con síntomas de coronavirus, que no mejoran. Aún quiero pensar que es una alergia.

En Mendoza, mi ciudad, las calles están llenas de moreras, unos árboles que al llegar la primavera desprenden algo que no se bien qué es, pero está lejos de ser un fruto tan delicioso como las moras.

Al menos las especies plantadas en las calles, tiran eso.

Y es entonces cuando la naturaleza se torna de inocua, a dañina, y pasa a ser causante de numerosos cuadros alérgicos en la mayoría de los mendocinos.

Sea lo que sea que tengo, en este momento estoy sintiendo con mucha intensidad la falta de aire.

Dicen que es normal, pero la sensación es un tanto desesperante, al menos para mí.

Y esto, inevitablemente, me ha llevado a pensar en las miles, ya millones, de personas que han estado en la misma incertidumbre que yo, de sentirse así, y no saber qué es.

O de ya saber que son pacientes Covid-19, y estar a la suerte de unos síntomas violentos y fluctuantes que te mantienen en una montaña rusa con una adrenalina amarga, adrenalina que jamás se llega a disfrutar.

Y pienso en esas personas que durante días fueron víctimas de este ser sin vida, de este virus que con total atrevimiento ingresa al cuerpo para apropiarse de un sistema y hacer con él lo que le plazca.

Virus ante el cual la persona no tiene NADA que hacer, más que esperar, más que rogar tener un sistema inmunológico lo suficientemente fuerte como para “pasar la enfermedad” lo mejor posible.

O rogar que la “carga viral” sea baja, para correr menos riesgo.

Y ante esto, se me vienen a la cabeza la cantidad de pares, de personas jóvenes, saliendo a las calles porque “quieren vivir y disfrutar”, porque no tienen ganas de estar encerrados. Pienso en esos y esas que cometen “ilegalidades”, entre risas y rebeldías. Porque quieren.

Y contrastando con estos, están los aislados, a la espera de un resultado, a la espera de una mejoría.

No es injusto??

Es necesario que se tome conciencia de manera urgente, es necesario el cuidado, es INDISPENSABLE el compromiso social.

Mientras unos luchan por la libertad y se saltan las normas por unas horas de risas y cervezas, hay otros encerrados en hospitales, hoteles y habitaciones luchando por su vida. Discutiendo con su mente sobre cuándo es el momento de alarmarse. Analizando su respiración para detectar ese instante en que a quizás sea momento de llamar a la ambulancia, como estoy yo en este momento.

Nada va a mejorar en ninguna parte del mundo si desde el interior de cada uno de nosotros no se suaviza el corazón para hacer, al menos, un poco de empatía.

Mientras unos anotan el número de reserva del restaurante, otros anotan el número del servicio de emergencias.

Y no, no digo que porque unos están enfermos, otros se tienen que sacrificar por ellos. De ninguna manera.

Pero sí soy totalmente conciente de que estamos ante un agente desconocido que aún está generando consecuencias igual de desconocidas.

Que mientras más circula la gente, más factible es el contagio. No de los ya enfermos, sino de lo que están dando vueltas.

Que detrás de todos los pacientes Covid-19, está todo el personal de salud de la ciudad, exponiéndose por salvar sus vidas.

Y todavía hay ganas de reuniones clandestinas, todavía deseos de sacarse el tapabocas, todavía palabras delirantes y en tono de burla ante medidas preventivas.

Aclaro que no soy de ningún partido político. Acá en mi país hay una gran rivalidad entre el aislamiento y la cuarentena, asociados con el oficialismo, más de izquierda; y la apertura de actividades por motivos económicos, asociada con la derecha.

O sea, es tan ridícula la política en mi país, que medidas preventivas de salud, ya han pasado a ser signos de pertenencia a uno u otro partido. No les parece absurdo?

Bueno, en mi caso, nada de eso. Literalmente detesto la política y no pertenezco ni simpatizo von ningún partido.

Simplemente esto me parece una cuestión de salud, de coherencia y de cuidado personal y social.

Necesitaba compartir esto para ver si al menos, algunos de nosotros podemos llevar este mensaje a nuestra comunidad. No a la comunidad virtual. A esos que vemos todos los días, cara a cara.

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ENGLISH

Thoughts in times of Covid - 19

This post is literally what I feel right now, and how it's coming out.

I'll probably do some minor fixes afterward, especially to the punctuation, which is what usually fails me when I get lost on the keyboard.

I don't want to sound dramatic or extreme, and I don't wanna sound neither like a victim.

But today I have 4 days with symptoms of coronavirus, which are not improving. I still want to think it's an allergy.

In Mendoza, my city, the streets are full of mulberry trees, some trees that, when spring arrives, give off something that I don't really know what it is, but it is far from being as delicious fruit like blackberries.

At least the species planted in the streets, they throw that away.

And that is when nature turns from harmless, to harmful, and becomes the cause of numerous allergic conditions in most of the people of Mendoza.

Whatever it is I have, right now I am feeling short of breath.

They say it's normal, but the feeling is a bit exasperating, at least for me.

And this, inevitably, has led me to think about the thousands, and millions, of people who have been in the same uncertainty as me, of feeling this way, and not knowing what it is.

Or already knowing that they are Covid-19 patients, and being unlucky enough to have violent and fluctuating symptoms that keep you on a roller coaster with bitter adrenaline, adrenaline that you never get to enjoy.

And I think of those people who for days were victims of this lifeless being, of this virus that with total daring enters the body to appropriate a system and do whatever it pleases with it.

Virus against which the person has NOTHING to do, other than waiting, more than praying to have an immune system strong enough to "pass the disease" as well as possible.

Or pray that the "viral load" is low, to take less risk.

And in light of this, the number of peers, of young people, come to mind, taking to the streets because "they want to live and enjoy themselves" because they do not want to be locked up. I think of those and those who commit "illegalities", amid laughter and rebellion. Because they just... want.

And in contrast to these are the isolated ones, waiting for a result, waiting for an improvement.

Isn't it unfair?

It is necessary that awareness be urgently raised, care is necessary, social commitment is ESSENTIAL.

While some fight for freedom and break the rules for a few hours of laughter and beer, there are others locked in hospitals, hotels and rooms fighting for their lives. Arguing with their mind about when it is time to be alarmed. Analyzing his breathing to detect that moment when perhaps it is time to call the ambulance, as I am at this moment.

Nothing will improve in any part of the world if from within each one of us the heart is not softened to do, at least, a little empathy.

While some write down the restaurant reservation number, others write down the number for the emergency service.

And no, I'm not saying that because some are sick, others have to sacrifice for them. No way.

But I am fully aware that we are facing an unknown agent that is still generating equally unknown consequences.

That the more people circulate, the more likely the contagion is. Not of the already sick, but of what is going around.

That behind all the Covid-19 patients, there is all the health personnel of the city, exposing themselves to save their lives.

And there is still a desire for clandestine meetings, still a desire to take off the mask, still delusional words and in a tone of derision at preventive measures.

I clarify that I am not from any political party. Here in my country, there is a great rivalry between isolation and quarantine, associated with the ruling party, more on the left; and the opening of activities for economic reasons, associated with the right.

In other words, politics in my country is so ridiculous that preventive health measures have already become signs of belonging to one political party or another. Doesn't that seem absurd?

Well, in my case, none of that. I literally hate politics and I don't belong to or sympathize with any party.

This simply seems to me to be a question of health, coherence and personal and social care.

I needed to share this to see if at least some of us can bring this message to our community. Not to the virtual community. Those we see every day, face to face.

Amigos, gracias por leerme y perdón si he sonado demasiado seria! Pero estoy viviendo en carne propia no sólo síntomas físicos, sino negligencias de un sistema que vela por intereses propios, más que por la salud de su gente.

Que tengan un hermoso jueves.

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Todas las imágenes han sido tomadas de Canva, y también he hecho allí las correspondientes ediciones y diseños. / All the images have been taken from Canva, and I have also made the corresponding editions and designs there.

Friends, thanks for reading and sorry if I sounded too serious! But I am living in my own flesh not only physical symptoms, but the negligence of a system that looks after its own interests, rather than the health of its people.

Have a beautiful Thursday.

Recuerden unirse a la comunidad Writing & Reviews para compartir toda la escritura creativa que sientan y deseen. Además, reseñas de libros, películas y series de televisión, son más que bienvenidas!!

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