Vida Natura / Tesoro Escondido

Los tomates junto a las papas / patatas, es de los productos a nivel mundial más consumidos y más necesitados, a la hora de pensar en alimentarse o de alimentar a nuestra familia. En nombre del #equipodejandohuella reciban nuestro cálido saludo; compartiremos apuntes de todas partes, como variadas formas de consumo, sin embargo nos centraremos en cómo cultivarlos y comprar la variedad orgánica; bienvenidos es un tema de primera necesidad, como -decía mi hija menor, cuando era pequeña-

Es hermoso, para quienes gustan de este vegetal, llegar a un cultivo orgánico y poder escoger o tomar los que nos gusten, pues así nos ha pasado; en la huerta de nuestros hermanos, es el más abundante y por ende tienen todo un ritual para su cultivo y cuidados, desde preparar la tierra, adquirir las semillas certificadas y también apuntar a las épocas del año con mejores condiciones climáticas. -Orgánico significa que no se les añade agroquímicos para su protección, de los insectos-

La plantas de tomates son fácil para sembrar,pero producirlos de óptimas condiciones ahí está el truco, requiere de atención y cuidados especiales; sin embargo las cosechas son abundantes, si se les tiene el cariño y la paciencia requerida. La idea es trabajar con la naturaleza, no en su contra. Las futuras plantas deben gozar de aire natural, mantenerla limpia y soleada. Por tanto la ubicación amplia en la huerta es básica y si podemos apartarla de otras plantas, es el ideal.

La calidad y abono de la tierra debe gozar de nutrientes antes de plantar la semilla y así se garantiza que sus raíces crezcan sanas y fuertes. También la humedad debe ser relativa , no excesiva, el drenaje es clave para para que la misma planta absorba lo que necesite de acuerdo al tiempo y al ambiente, debe ser revisada cada semana, como mínimo; para que la energía de la planta no se disperse y sus flores y frutos, no se malforman por los chupones ( tallos que no tienen fruto)

Nuestros tomates son de origen norteamericano y desde los tiempos más antiguos se consumen en todas partes; se producen todo el año, pero se cultivan mejor en climas templados, para mantenerles la humedad. Las sequías y las heladas acaban con su vigor; es por eso que en ciertos países y estaciones tienen sus meses de cultivo. Su manejo desde la siembra de la semilla, hasta retirar los frutos de la planta dura entre 3 y 4 meses.

En conclusión: los tomates orgánicos no tienen residuos de agroquímicos, tampoco se han usado ningún tipo de hormonas; además en la comunidad las semillas son conservadas por los mismos agricultores como una reliquia custodiada; así se pueden ofrecer tomates de diversos colores, sabores y formas; garantizando peso y más carnosidad para degustar, lo que a veces no sucede con los cultivos comerciales a gran escala, que salen huecos y con menos jugó y el sabor es insípido.

Según Gabriela Gottau nutricionista y editora de Vitonica, los "Licopenos" son pigmentos naturales, que se presentan de manera exclusiva en alimentos rojos, de manera especial en los tomates sanos, por estar en el grupo de los carotenos; ofreciendo al organismo una protección antioxidante por excelencia, previniendo el daño celular, por los radicales libres. De manera puntual el Licopeno, no es producido por el organismo humano, de ahí su popular consumo y gusto.

La organización mundial de la salud, no tiene una dosis media, para el consumo necesario del licopeno de los tomates; sin embargo este fruto es universalmente posicionado en la alimentación como saludable y necesario; si se pudiera al menos consumir uno mediano por día; le estaríamos aportando un tesoro oculto a nuestra vitalidad; no hace falta cocinarlo, aunque algunos lo hacen. Es recomendado comerlo al natural, morderlo y degustar al instante.

Entre las mejores formas de saborear nuestros tomates es cortar unas tajadas y adicionarle al pan para completar con queso mozzarella. También llega bien untarlo al pan, generando una ligera presión con los dedos, y acompañarla con aceitunas y una copa de vino tinto, llega bastante bien para picar. Aunque la mejor tradición la tenemos en las ensaladas de vegetales, acompañadas con algún otra legumbre de color verde, y así darle vida y color al plato.

Una opción bastante llamativa es localizar tomates grandes y rellenarlos con atún o sardina, picándole perejil y adicionando aceite de olivas. En algunos hogares preparan la mermelada de tomate, que al untarla con el pan tostado por las mañanas es un buen comienzo del día, pruebenla es maravillosa.