Animalandia / “Jack” un Bernés de la Montaña
Al estar esperando a Jairo, un primo que nos traía un encargo de nuestra tía, vimos por la ventana de la casa, que llegaba acompañado; ¡mi hermana grito, llego Jack! Nuestra hija bajó de inmediato y Jack cautivaría la atención de todos los presentes. Les saludamos apreciad@s amig@s de Steemit, deseándoles éxitos en vuestras labores e invitándoles a conocer al encantador Jack…
Jack es un Bernés de la Montaña, conocido también como Boyero de Berna. Esta raza es de los perros grandes; pero debido a su inteligencia y carácter cariñoso, encaja bien en la familia. Jack rápidamente se ganó el cariño de todos, pues al observar la acogida de nosotros hacia Jairo, su amo; entró de inmediato en confianza, saludando a todos, al decirle hola Jack, se levantaba en sus patas, para que lo abrazaran.
Haciendo rastreo de su pedigrí, llegaron de Suiza, traídos por los romanos en las invasiones; siendo una raza guardiana y de pastoreo en las grandes granjas, para conducir y proteger a los rebaños de la zona. De ahí la palabra boyero que hace honor a conducción y manejo de ganados.
Inmediatamente fue llegando, fue explorando toda la casa; costumbre que tiene para marcar territorio y estar a la expectativa de cualquier movimiento y de extraños. Posee una belleza única, alcanzando una altura de algo más de 70 centímetros de altura, en el próximo año, dijo Jairo, al momento tiene un año de nacido y 62 centímetros; sus patas son largas y su complexión fornida.
Una vez terminó el recorrido y el saludo se hizo a la puerta, esperando y observando a todos. Su pelaje es la característica más determinante, es largo, lacio y brillante, con tres colores, que los distinguen; suelen llegar a pesar entre 50 y 90 kilos; todo depende de la alimentación y la movilidad; conviene ofrecerles espacios abiertos y enseñarlo a jugar; su vida oscila entre los ocho y diez años.
Jack es especialmente sociable, estuvo al lado de varios de nosotros escuchando y conociéndonos por medio de nuestra voz, dándonos cuenta de su especial carácter; al hablarle y dedicarle tiempo logra desarrollar todas sus capacidades, tanto físicas como mentales. Vimos que es pacífico, juguetón y tranquilo. Cuando dejamos de prestarle atención se independizó, sin dejar de estar atento.
Contó Jairo que el adiestramiento y educación fue sencillo; ya que lo cogió de días de nacido, aprende muy rápido, y para estimularlo uso juegos y entretenciones lúdicas, según recomendaciones. A esta raza se le atribuyen labores de búsqueda y rescate, una vez están entrenados; al igual que, para el acompañamiento de personas en condiciones de discapacidad y terapias.
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Punto negativo: en el primer año muerden, destruyen y acaban con lo que encuentren a su alcance; de ahí que hay que comprarles juguetes especializados, ya en las tiendas caninas los comercializan; pues los juguetes plásticos pueden tragarlos y ocasionarles daños gástricos. Hay que dedicarles tiempo para ejercitarlos y así podrán quemar energía.
Jack requiere de un espacio amplio para sentirse libre y cuidados especiales; que sólo se aprenden a manejar en el día a día; antes de adquirir un ejemplar tan cariñoso como Jack, se requiere de buscar información de quienes ya tienen uno y de un veterinario que conozca la raza. Su alimentación puede variar de acuerdo al país y, a costumbres locales.
Enhorabuena por su compañía y apoyo amig@s ¡hasta pronto, reciban nuestro virtual abrazo!
Fotografía: @hermandadsteem
Redacción: @azabacheclaro @cheysanta
Colaboración: @jayjes @criollos-steemit