Saludos comunidad, aprovecho este especial concurso para desearle lo mejor a todas las madres que por acá transitamos y a las posibles a que se animen. Mi saludo fraterno y agradecido por la motivación a escribir.

_{Imagen de propiedad.Llegando a casa con mi hijo 1999.}

La respuesta va a sonar ambigua… “todo y nada”… todo te asombra en ello y lo sientes difícil pero a la vez lo vas ejecutando y nada…!puedes¡ lo logras. No dormir lo suficiente los primeros meses consigue ser agotador, afortunadamente mi esposo me acompañó en el proceso, pues para colmo me dio “Depresión post parto” y vaya que es “peliagudo” sentir eso y atender al bebé en todos su requerimientos. Lloras y estás feliz al mismo tiempo.

Tenía un semi - doctorado en tratar con niños antes de tener uno propio, 17 ahijados a los cuales atendí muchas veces y fui dirigente scout “Akela” por muchos años (12) antes de la maternidad, de manera que mis conocimientos poseía. Fui una madre “añosa” así cataloga la obstetricia a la que nos embarazamos después de los 35 años, tenía 36. Lamentablemente no alumbré, por varios motivos: se me subió la tensión arterial, la edad, hija y hermana de médicos así que el obstetra estaba algo complicado por la fama que tiene los familiares de galenos de enmarañarse como pacientes y decidió hacerme una cesárea, el día 7 de octubre de 1999, el mejor de mi vida, cuando conocí al verdadero príncipe azul y de todos los colores…mi hijo.

_{Imagen propia. Con una de mis ahijadas.}

Cansada jamás, agotada en ocasiones en especial cuando el niño tiene esa edad encantadora y a la vez fatigosa de iniciar a caminar… Descubrir, indagar. Debo señalar que es un agotamiento corporal por el excesivo movimiento pero nunca de mente y alma, la maternidad te da el súper poder de ser más creativa y más resiliente. Lo manejo siempre desde el amor y desde que ser madre fue una decisión pensada y reflexionada así que asumí desde el afecto todo lo que ello trae.

Tuve muchos desafíos, en especial cuando inició la adolescencia, los primeros amores y desamores por ejemplo...vaya…vaya. Sin embargo no contaba que la vida en su devenir me colocaría el más rudo, duro y difícil cuando mi hijo cumplió 20 años, actualmente tiene 24, seguimos en una arduo trabajo por su recuperación física, no ha sido fácil, he querido morirme…es él quien con su ánimo incansable me levanta y me anima cuando siento la derrota susurrándome al oído.

Amorosa, temerosa, solidaria, sobre protectora, sé escuchar y puedo entender. Siempre hice acuerdos con mi hijo nunca fueron normas impuestas unilateralmente le explicaba no importándome su edad, siempre le exponía ¿porque no? o ¿porque si?

_{Imagen de propiedad.}

Invito a : @mireyalongart @sabrip @aarauz15