Acampar en una isla desierta - El Amanecer como primer regalo del día

Las islas desiertas cuentan con muchos secretos y sorpresas para un nómada que decide acampar en ella. No te voy a contar mucho porque esta publicación se trata del Sol pero pronto publicaré en español algunas aventuras sobre como me moví entre islas y sobre como me volví cazador de boas constrictor por un día.

Lo que si te puedo compartir es un vistazo de este amigo que cada mañana llegó a asomarse a mi ventana a las 5 de la madrugada, haciendo una fiesta sin remordimiento alguno.

No es una isla completamente vacía, tiene una pequeña cabaña para el dueño - Así es, todos los cayos en Honduras tiene dueño :( - pero aún así, el no se encontraba en la isla así que la tuve para mí solo.

He observado muchos amaneceres desde la playa pero, tener frente a ti un amanecer desde una isla esconde una magia completamente diferente para el que lo observa. Existe una tranquilidad pasmosa que no tienes en una playa turística, las olas golpean desde todas direcciones y el completo silencio te permite escucharlas claramente, las gaviotas en la distancia y los insectos a tu alrededor forman una sinfonía solo para tus oídos, y si no tienes cuidado te puedes enamorar del sentimiento.

Sin electrónicos, internet, libros o personas a tu alrededor, el tener todo este tiempo disponible para Ti mismo te hace pensar en muchas cosas y darte cuenta de otras que no habías comprendido por completo. He decidido dejar Honduras un poco antes de lo previsto y atacar Nicaragua con fuerza, pero no te preocupes, todavía tengo algunas historias bajo la manga sobre este hermoso país catracho.

Finalmente, como siempre, me gusta cerrar con un video tomado con mi cámara de pacotilla y mis habilidades medianamente mediocres como camarógrafo. Veamos si los sonidos logran al menos por un segundo hacerte sentir lo que yo sentí estando ahí...

Recuerda, Vive el Aquí y el Ahora