Finalizando la Semana, recibo una llamada, que te vas. Como separo mis sentimientos y detengo el dolor. Como hago para olvidarte. Es mi mente solo quedan imágenes, que se detienen por un instante. Se nublan mis pensamientos. Se desangra mi corazón. Se hace una película de emociones que congelan el alma. No hay marcha atrás.

Maria ha encontrado su alma gemela y ahora tiene que despedirse de el. Situaciones del País, que se escapan de las manos. Lluvia de recuerdos desvisten el corazón y lo hacen vulnerable. Es de esos Amores que lo tienen todo. No falta nada. Con miradas trasmites los sentimientos, mensajes subliminales llegan en al corazón y te dictan que debo amarte.

Todo empezó una mañana de Verano, tu vestías una camisa y un Jeans. Cuando la llama la jefe y le dice adivina quien esta aquí, te acuerdas de tu amigo. Apenas ella tuvo tiempo de asimilar la noticia. Baja la cabeza y en eso le dice Sophia ahí viene. Por un momento sus manos comenzaron a sudar y su corazón a palpitar, era el llamado del Amor. Sonreías al igual que yo. Nunca Maria olvido eso ese día.

Ahora Maria siente un profundo vació, porque se va su amor. Que puede hacer si ya el lo decidió. Partida que te arranca de una tajada las ilusiones y sentimientos. Caminando en la arena intentas sobrellevar el dolor, el desapego toca la puerta y te pide que sueltes. La agonía se ve a la vuelta de la esquina, solo queda vivir los pequeños minutos a su lado. El reloj ha marcado la hora que debe irse y quizás vuelva pero y si no quedara en la historia. No hay dos amores semejantes. Imborrable aroma de tristeza, se llena desbordando el llanto de la desesperanza, que te dice que no volverá ese amor, que un día te dio vida y te hizo feliz.