Mi experiencia mochilera en Guayaquil-Ecuador *_*

Hola amigos¡¡¡¡

Estoy muy contenta de compartir con ustedes mi experiencia mochilera en Guayaquil-Ecuador, un hermoso país que Dios me permitió conocer y por lo que estoy agradecida.

Esta es la segunda vez que tengo el privilegio de conocer otro país y para mí fue una super aventura.

Comenzamos el pequeño tour por el parque histórico de Guayaquil:

Nuestra siguiente parada es en la plaza Simón Bolívar donde nos encontramos con unas singulares iguanas a las que por supuesto no podía dejar por fuera en la galería de fotos.

Tomamos un pequeño descanso para almorzar, muy rica la comida por cierto...

Estas piñatas gigantes que les muestro a continuación en Guayaquil les llaman año viejo o monigote, estos están hecho de ropa vieja o de palo con papel periódico. La tradición es quemarlos el 31 de diciembre a la media noche, generalmente los rellenan de fuegos artificiales.

Como ven los años viejos varían en su tamaño, pueden haber unos muy pequeños como hay otros muy pero muy grandes, eso dependo del gusto de la persona.

Aquí les dejo algunos diseños que pudimos ver en el recorrido:

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Aquí iniciamos el recorrido al Cerro Santa, un lugar hermoso, desde el inicio podemos observar locales de comida (deliciosas por cierto), es un ambiente muy agradable y familiar.

Para llegar a la cima del cerro hay que subir exactamente 444 escalones, pero recorrerlos es realmente una aventura extraordinaria, les invito a ver algunas de las fotos que tomé en el recorrido y la vista desde el cerro de la hermosa ciudad de Guayaquil.

Una de los sitios turísticos que más me gustó fue la fuente monumental de aguas danzantes, waoooooo simplemente hermoso, por la noche en los shows se pueden apreciar chorros de agua con colores azules, violetas, rojos, amarillos y en todas sus tonalidades danzando a los acordes de la música, es espectacular ver cómo la fuente va cambiando de color al ritmo de una hermosa melodía de fondo, un sitio realmente mágico:

Y por último esta fue la cena navideña que con mucho amor prepararon nuestros amigos a los que agradezco tanta amabilidad, realmente fue un viaje que nunca olvidaré, un regalo de Dios para mi vida.

Ah por cierto el pavo relleno estaba muyyyyyy ricoooooo jajaja!

Gracias por acompañarme en esta aventura :)

Un fuerte abrazo desde Venezuela, nos estamos leyendo.....