Desde la entrada del pecado a la humanidad, hay una guerra constante, un conflicto por obtener el dominio del mundo, en el cual Satanás procura mantener cautivo al ser humano a través de la muerte y que éste no pueda acercarse a Dios y así recuperar el dominio que originalmente le fue otorgado por Él en la creación. La Biblia nos dice que Jesucristo vino para deshacer las obras del diablo y recuperar lo que se había perdido. De modo que todo aquel que pasa a las filas del Hijo de Dios se libera del yugo satánico y le puede hacer frente en el poder y autoridad de Cristo Jesús.

Para esto, Dios ha preparado armas que el creyente puede usar y salir victorioso en el enfrentamiento espiritual permanente que tiene contra el mundo de las tinieblas, una de ellas es la Armadura de Dios, que la hallamos en Efesios 6:10-18, donde, al estudiarla podemos notar que tiene características, cualidades que definen el uso de cada parte de la misma. Son virtudes que deben estar presentes en el diario caminar de un creyente. Por ejemplo, cuando una persona va a salir de su casa, se viste, se arregla, se calza, y cuando está lista, sale. Sin embargo, como cristianos muchas veces andamos desnudos espiritualmente, por no usar la armadura que Dios nos ha dado para vencer en toda situación.

Lo interesante de estas cualidades de la armadura, es que deben practicarse constantemente para que pueda hacerse efectiva en el creyente. Vemos el ejemplo en los hijos de Escevas (Hechos 19:13-16), los cuales eran exorcistas ambulantes, la verdad de Dios no estaba en ellos, no tenían a Cristo en sus vidas, y cuando buscaron confrontar al enemigo salieron avergonzados, humillados y desnudos porque no llevaban puesta la armadura espiritual.

Ahora bien, vamos a definir esas características que nos permiten portar la armadura de Dios:

¿Qué es la “verdad”? De manera general es Cristo, es decir, una persona vive la verdad de Cristo cuando le recibe en su vida como Señor y Salvador, por lo cual notamos que sólo una persona que ha nacido de nuevo puede portar esta armadura. Por otra parte, esta verdad también se refiere a integridad, el vivir conforme a lo que se cree y hablar conforme a lo que se vive. No es sólo oír el evangelio o hablar de él, sino vivirlo en cada momento de nuestra existencia.

¿Qué es la justicia? Tiene que ver con la aplicación práctica de la Palabra en todas las áreas de nuestra vida, con el deseo intenso de nuestro corazón de corresponder a la justicia de Dios, o sea, el esfuerzo personal por querer vivir una vida ajustada a las demandas del Señor; se lucha por poner el propio cuerpo en servidumbre con el propósito de que el hombre interior se renueve en su santidad.

¿Qué es el evangelio de la paz? Uno de los asuntos poderosos que hace el evangelio es poner fin al conflicto del alma. Trae paz a quien lo recibe en su vida, la cual viene de ya no estar en enemistad con Dios. La Biblia lo define en Romanos 5:1, donde habla de la paz que viene de haber sido justificado delante de Dios por medio de Jesucristo. Quien vive el evangelio como lo que verdaderamente es: poder de Dios para salvación al que cree, entonces puede disfrutar de paz en medio de la tormenta a través de la renovación de su entendimiento.

¿Qué es la fe? Es la virtud que permite creer de manera sobrenatural al punto de que sea efectivo aquello en lo que se cree. Esto manifiesta que para tener fe no se necesita ser cristiano ya que muchos han recibido milagros divinos de sanidad para sus cuerpos sin ser salvas sus almas. Este tipo de fe en esas personas funciona como un bombillo: se enciende sólo de vez en cuando, en situaciones puntuales.

Por otro lado, la fe como parte de la armadura, además de lo ya mencionado con respecto a quiénes la pueden portar, requiere asimismo un actuar constante de creer de manera sobrenatural en Dios y sus promesas, no sólo cuando hay problemas y necesidades, sino cuando todo va bien igualmente. Un ejemplo claro lo vemos en el Salmo 5:12 “Porque tú, Jehová, bendecirás al justo; como con un escudo lo rodearas de tu favor”, Dios rodea al justo con un escudo de favor divino, y justo es aquel que cree constantemente en las promesas de Dios, especialmente aquel que tiene en su vida la salvación.

¿Qué es la salvación? Para definir mejor esta característica debemos más bien preguntar, ¿De qué necesitamos ser salvos? Jesucristo pagó en la cruz del calvario la redención de la humanidad, la salvación del pecado y de la muerte eterna, en este contexto, es salvo todo aquel que cree en la obra que hizo Cristo, porque aunque la puerta está abierta para todos, no todos deciden pasar por ella. Esto también nos confirma el hecho de que sólo un redimido por la sangre de Jesús puede portar esta armadura espiritual.

En una aplicación práctica de la salvación, vemos que el Señor no sólo nos salvó de lo ya nombrado, sino que esa salvación también abarca nuestro propio accionar, en el sentido de que, aunque una persona es salva, puede no “sentirse” así, es allí donde actúa el yelmo, para guardar el accionar de la obra redentora en la vida de quien la recibió, al proteger los pensamientos que se levantan en contra de esta verdad, igualmente actúa para proteger partes importantes del ser humano, la vista, el oído y la lengua, en lo cual la persona que es salva debe ver, oír y hablar por medio de la redención de la que es partícipe.

¿Qué es La Palabra de Dios como espada del Espíritu? Es una virtud bastante interesante debido a que no somos nosotros quienes “usamos” esta parte de la armadura, es el Espíritu Santo quien acciona el funcionamiento de la Palabra de Dios en nuestras vidas, por lo que la relación personal que tenga el creyente con el Espíritu va a generar un buen uso en la misma. Sin embargo, esto no significa que todo el trabajo lo hace el Espíritu Santo y que el creyente no tiene nada que ver con manejo de la espada. Al contrario, es necesario que la persona se prepare en el estudio, conocimiento y aplicación de la Palabra de Dios en su vida, de modo que cuando sea necesario su uso, El Espíritu Santo tenga una base en la mente, el corazón y la vida del creyente para usar la espada a través de él.