Un día como hoy terminó con tu corazón,
con excusas baratas hirió tu dignidad,
bastaba con decir la verdad, su crueldad,
se llevó tu dignidad junto a la felicidad.

Desde entonces amarga se te volvió el alma,
incapaz de disfrutar de las cosas vanas,
alterado y confiscado tu corazón quedó,
aunque lo entiendo, se te olvidó la condición,
somos nosotros los que elegimos
las emociones que permitimos sentirnos.