EL JUEGO DEL DIARIO: 22/04/2024: Lunes de charla y de robar mangos

El lunes empezó con compromisos, uno de estos era referido a una charla que Juan Carlos tenía que dar por el aniversario de la Ugma, en esta ocasión invitaron al Seniat y al Satma, que vienen siendo como los dos entes públicos encargados de recaudar los impuestos, sólo que uno recauda impuestos nacionales y el otro los impuestos municipales.

Entonces dejé a mi pataruco-potoco que estaba elegantioso en la universidad y me fui a la casa a seguir con mis labores hasta que se diera la hora de buscar al distinguido y honorable doctor Carlitos lares, defensor de los pobres y de los michis.

Busqué a Carlitos y en el camino vi que una mata de mangos compartió sus queridos frutos en la carretera a lo que le dije al doctor Carlitos que me ayudara a recoger los más bonitos y eso hizo.

Errrr niño en cuestión sólo quiso agarrar uno solito (que es el que tengo en la mano), pero yo le dije en perfecto léxico orientarrr:

Muchiiiiaaaachooo, agarra más, no ves que están en la calle y pueden servir de merienda?

Llegamos a la casa y el jardín estaba lleno de mariposas amarillas, me encanta ver revolotear las mariposas y Oso como siempre nos estaba esperando.

Me di cuenta que Carlitos si o si le encantan los animales, por más que yo le digo que se deje de la tocadera, que se lave las manos, que los deje tranquilos, eso es saliva gastada por mi, porque no hace caso, simplemente ve a los animales como unos amigos.

Nadie se salva de Elvirito, por más alto que se suban no pueden deshacerse de los cariños de Carlitos que a la final terminan amansando hasta al más salvaje.

Les soba la barriga, le da besitos en la cabeza, se mete las orejas de los gatos en la boca, etc etc etc y mira que son un montón de etceteras con este niño.

Total que me puse a hacer el almuerzo y en eso me llamó Juan Carlos para decirme que lo buscara y que tenía mucha hambre, así que le dije:

¡Bueno!, tu comprenderás que tengo que apagar las hornillas para buscarte, así que el almuerzo está a la mitad, toca esperar a que lleguemos para que pueda terminar el almuerzo, lo cual aceptó.

En la tarde, fui a buscar a Carlitos para que hiciera las tareas, un elemento motivador es la merienda, que en el caso de ellos no es mango, esos son para mi, entonces le digo que cuando la termine le toca merendar y obvio que no huevea tanto por el interés de comer lo que le tenga de merienda.

En la tarcedita, luego que Samuel llegó del liceo Juan Carlos y yo nos dispusimos a caminar, es una actividad que estamos retomando, yo lo empecé a hacer con la intención de eliminar el caucho koala que me acompaña pero veo que las piernas son las que están cambiando para mejor, así que me dije: pues será para endurecer las piernas que caminaré.

Aprovechamos de comprar carne y Juan Carlos hizo unos shawarmas decentes, ustedes saben por eso de comer ligero en la cena, porque a mi me gustan los shawarmas más grandes, tipo shawarmas para soldados árabes que han venido de la guerra y deben abastecerse.

Pero no, toca comer moderado en la hora de la cena

El baisano del supermercado terminó regalándole a Juan Carlos un frasco de nabos encurtidos que ibamos a comprar.

Esa es la ventaja de cerrar negocios que no pagan impuestos pero con educación, que después los turcos te respetan y hasta quieren congraciarse y eso es lo que le está pasando a Juan Carlos que ahora todos esos turcos lo llaman hermano, baisano y lo tratan muy bien.

Los shawarmas quedaron sabrosos, muy ricos y los niños quisieron que Juan Carlos preparara más al siguiente día, así que fue un día de compromisos y de disfrute culinario.

Y colorín colorado, estos mangos han sido robados.

Nota 1: Todas las fotos son mías, fueron tomadas con mi teléfono móvil, marca Redmi Note 12S.

Nota 2: No coloco leyenda debajo de las fotos porque para eso les echo el cuento.