Si no adivinas (Micro-relato)

Desde pequeña siempre he sabido que había algo diferente en mí, algo que me hacía hacer cosas que para otros eran atroces, me di cuenta aquella vez que mate a un perro de la calle para luego hacer una escultura con sus partes. Pero cuando te vi en esa plaza mientras dibujabas, algo empezó a crecer en mí, algo incontrolable que me hacía ir a observarte todo los días desde el mismo lugar.

Te vigilaba desde lejos, me sabía todo de ti, excepto una cosa. Tus idas nocturnas aquel edificio viejo y a punto de caer, siempre fueron un misterio para mí. Muchas veces intente entrar, pero siempre había alguien en la puerta que me impedía pasar.

Pero ahora viéndote aquí frente a mi amarrado a esa silla, me doy cuenta que no eras tan bueno como pensaba. Las clases de dibujo, Ayudar en el refugio animal, Las donaciones a orfanatos, TODO era una farsa, una máscara para esconder lo que hay bajo ella. Entendí que detrás de ese rostro bonito con lindas acciones se escondía un monstruo, y uno de los peores. Así que tengo planes para ti.

Busco un vaso de agua para despertarte y te lo tiro encima.

-Despierta, bello durmiente.- Digo poniéndome justo delante de tu rostro- Es hora de despertar.

-¿Dónde estoy?- Te encuentras desorientado, seguro no recuerdas como llegaste hasta aquí- ¿Quién eres tú?

-No importa donde estas ahora, ni quien soy, lo que importa es lo que pasara contigo.- Te veo y mi mente automáticamente piensa en los planes que te tengo- hagamos un juego, ¿sí?

-¿Por qué estoy aquí?¿Qué hice?- Preguntas desconcertado, me gusta que te hagas el bobo, te hace ver débil... Aunque tú y yo sabemos que no es así.

-¿Qué hiciste?, No creo que quieras preguntar eso Luke... o prefieres que te diga ¿Dead Babies?- Tu cara palidece justo después de escuchar lo último y empiezas a forcejear- El juego es así, Te diré una adivinanza y si no la adivinas, te cortare o quitare esa parte del cuerpo, ¿ok?

-¡¿QUÉ?!, NO, ¿Quién te dijo eso?.- Cada segundo intentas escapar de las cuerdas con más fuerza- ¡Estás enferma!

Eso hace que mi sangre hierva, Me acerco a ti de manera veloz y agarro tu cabeza con ambas manos, mientras me coloco cara a cara contigo. Creo que eso te asusto.

-¡¿ENFERMA YO?! ¿SEGURO?- Te grito, ahora sí que me has hecho molestar- CINCO HIJITOS TIENE CADA UNA DAN TORTAZOS COMO NINGUNA.

-¿Qué mier...

-INCORRECTO.- Te digo antes de tomar la sierra y empezar a quitarte la mano derecha, empiezas a gritar y no es para menos, supongo que perder una mano no es fácil; pero te digo algo, tus gritos son música para mí, representan todo el dolor que les hiciste pasar aquellas niñas que no lo merecían. Termino de quitarte la mano, justo cuando veo que te desmayas; pero esta vez no buscare agua, te doy un golpe en la cara haciendo que despiertes.

-No puedes dormir ahora, bello durmiente.- Te digo sonriendo- Ya tendrás tiempo para hacerlo después... Cuando mueras.

-Por favor déjame irme, te juro que no volveré hacer nada malo, que le pagare a las familias de las niñas el dinero que gane, pero déjame ir.- Escuchar como suplicas por vivir me da placer, placer porque sé que le estoy haciendo justicia a todas las niñas que mataste y torturaste.

-¡Cállate! te haré sufrir como lo hiciste con ellas- Te doy una cachetada tan fuerte que creo que se inflamara mi mano- Dos niños en un andén, que por más que se acerquen, no se ven. Tienes 5 minutos para responder.

-Por favor déjame... Y-yo en serio promet...- Te meto los dedos en el ojo izquierdo y te lo arranco, que raro se ve ese hueco en tu cara, se ve tétrico y me encanta. Empiezas a gritar de nuevo mientras ves como meto tu globo ocular en la licuadora y la enciendo, me rio al ver tu cara de horror, me rio como nunca antes lo había hecho.

-¿Quieres un poco de batido, Luki duki? ¿Puedo hacerte dedos fritos si quieres?- Me rio mas fuerte aun de mi propio chiste, tu cara es al escuchar eso fue muy graciosa; creo que traeré la cámara y tomare algunas fotos, tal vez a tus "amigos" les guste.- Guardada en estrecha cárcel por soldados de marfil, está una roja culebra, que es la madre del mentir. Iré a buscar algo, para cuando regrese espero saber su respuesta.

Abro la puerta de la habitación anti-ruido que se encuentra en mi sótano y salgo rápidamente, subo las escaleras corriendo y encuentro la cámara en la mesa de la cocina, la garro y bajo los escalones de dos en dos, cuando entro a la habitación de nuevo, te veo intentando escapar y eso no es bueno para ti.

-¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?- Al escucharme gritar giras la cabeza en mi dirección y puedo ver el miedo que hay en tus ojos- ¡ESTÁS ACABANDO CON MI PACIENCIA, AHORA RESPONDE LO QUE TE PREGUNTE, ANTES DE QUE TE MATE!

-E-Es la le-lengua.- Tartamudeas del miedo, no sabes lo que me gusta eso.

-Muy bien, por ahora tu lengua no será un licuado... por ahora.- Saco la cámara y busco diferentes ángulos para tomar la foto- Sonríe.- Tomo la foto y veo lo hermosa que quedo- Esta será una foto perfecta para enmarcar... Creo que ya me canse del juego, vayamos a la mejor parte- Tomo un cuchillo y empiezo por quitarte las orejas, luego voy por los dedos de tu otra mano, el olor a sangre impregna mis fosas nasales dándome una satisfacción inexplicable, al terminar de quitar los dedos y ver lo mal que la estás pasando me voy decidiendo como matarte, me acerco a ti, hago cortes con todo tu cuerpo; he decidido que haré cortes profundos y te veré morir lenta y dolorosamente.

Al terminar, me siento a observar mi obra de arte, viendo como tus gritos se van apagando, tus ojos se cierran y tu respiración de torna nula... Moriste y nunca en mi vida había tenido el honor de sentir algo tan placentero, porque sé que en algún lugar, las niñas que mataste celebran que tu muerte sea igual o peor que las de ellas.