¿A veces no les dan ganas de “aislarse” del mundo? A mí sí. Les cuento…

Hace tiempo leía sobre el escritor Ezra Pound, que viajó a Venecia y en su casa decidió un día encerrarse, y lo que es más intrigante; guardó un voto de silencio: por más de vente años no habló. Leer eso de uno de los grandes poetas de la llamada “generación perdida” me dejó en un estado de reflexión y al mismo tiempo; me dejó una sugerencia vital.

Me refiero a esa sensación que a veces me da de realmente “aislarme” del mundo. Digamos que hasta cierto punto lo he hecho. He tomado algunas pequeñas medidas: ya no veo la televisión, ni leo los periódicos, mucho menos navego en las redes sociales. Sucede que un día desperté y sentí que el mundo era demasiado asfixiante. Es más, se me hacía muy violento y doloroso.

No me estaba agradando para nada ser invadido por una serie de noticias que ya rayan en lo bizarro. Me cuesta trabajo asimilar y aceptar que el ser humano sea tan violento consigo mismo y el prójimo. Así que de buenas a primeras me empecé a aislar de ese mundo coyuntural. También lo estoy haciendo físicamente, estoy alejándome de personas que, previo análisis, me resultan toxicas.

Incluso, físicamente me he aislado un poco. Con eso de que me dedico exclusivamente a proyectos como este, es que no salgo de casa. El Internet, no cabe duda, es una ventana a un mundo. Y aquí estoy, compartiéndoles estas ideas que me rondan por la cabeza. Llevo apenas un par de semanas y he notado que mi estrés y depresión van aminorando.

¿A veces no les dan ganas de “aislarse” del mundo? A mí me llegó en un momento a ser muy asfixiante, angustiante, doloroso, inverosímil. No sé si sea una exageración mi actitud. ¿Ustedes qué opinan?